Diario Córdoba

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LA MESA DE flUjo migratorio se reunirá en septiembre

Las malas cosechas reducirán al mínimo la mano de obra extranjera

El olivar y los cítricos ofrecerán muchos menos jornales debido a la sequía y al calor extremo | Las organizaciones agrarias están sondeando a sus asociados para conocer la situación real

La naranja es una de las campañas que más mano de obra extranjera suele requerir. FRANCISCO GONZÁLEZ

Una de las consecuencias más importantes de la sequía y el calor es la de la disminución de la producción agrícola y, con ello, el empleo que generan los cultivos mayoritarios como el olivar, los cítricos o los ajos, por nombrar algunos. Cada año, las organizaciones agrarias, los sindicatos y la administración pactan el contingente de trabajadores extranjeros que ha de llegar a trabajar en dichas recolecciones, ya que el personal local no cubre todas las necesidades.

Este año, una vez celebrada la primera reunión de la Mesa de Flujos Migratorios de Córdoba, el panorama se vislumbra complicado para dicho contingente porque la situación del campo, debido a la sequía y al calor extremo de las últimas semanas, no va a dar los frutos habituales. Es decir, las campañas que más empleo generan podrían ver reducida su producción a la mitad y con ella su necesidad de trabajadores también.

En concreto, según han explicado a este periódico desde Asaja, COAG y UPA, la situación del olivar en estos momentos es tan delicada que se está especulando con que la cosecha quede reducida a la mitad. Aunque uno de los puntos por resolver es el de los aforos oficiales de cada una de las campañas, desde Asaja, Ignacio Fernández de Mesa apunta a que en la provincia la cosecha media de aceituna arroja unas 300.000 toneladas y este año podría quedarse en unas 180.000.

Por eso, Miguel Cobos, secretario general de UPA en Córdoba, indica que se están haciendo sondeos entre los agricultores para intentar conocer la situación real y con ello hacer una estimación más exacta de si se necesita o no contingente extranjero.

Cada año, para estas cosechas importantes suelen llegar a los campos de la provincia de Córdoba entre 3.000 y 5000 migrantes, que suelen trabajar en los olivares de orografía más complicada, como los de Los Pedroches, la Subbética y las sierras de Montoro y Adamuz, sobre todo. Y también en la naranja, donde es tal la cantidad de mano de obra la que se necesita que no es posible cubrirla con personal de la zona, según señalan los responsables de las organizaciones agrarias cordobesas.

Carmen Quintero, en representación de COAG, apunta que es muy arriesgado decir datos sobre el personal de fuera que hará falta, porque la situación del campo es tan grave que es muy difícil calcular.

Las fuentes consultadas por CÓRDOBA señalan que podría suceder que los resultados de algunos cultivos sean tan malos que podría darse el caso de que ni siquiera se recolecte porque no sea rentable.

La mesa de los flujos migratorios se volverá a reunir a principios de septiembre para ver cómo ha evolucionado la situación y estudiar hasta qué punto será necesaria la llamada a trabajadores extranjeros. En dicha mesa se marcan las condiciones con las que los trabajadores foráneos deben llegar a Córdoba. Entre ellas se señala que el empleador debe facilitar una vivienda digna a los trabajadores que reciba. Asimismo, debe hacerse cargo de pagarles el transporte, entre otros requisitos.

Explica Miguel Cobos que es necesario, para las grandes campañas agrícolas, establecer convenios con países emisores de trabajadores, que faciliten todo el proceso. Así, explica que en la última campaña, en Huelva, se puso en marcha una experiencia piloto con trabajadores de Ecuador y Honduras, de donde llegaron 500 trabajadores y con los que se fijaba el compromiso de pagarles el viaje de llegada, parte del de vuelta y con «garantía de retorno» a su país. Recuerda Cobos que también ha funcionado muy bien el convenio con Marruecos, de donde llegan mujeres a trabajar también en la campaña de frutos rojos.

Acerca de los lugares de los que suelen venir los trabajadores que llegan a la provincia de Córdoba, apunta el responsable de UPA en Córdoba, que son de países extracomunitarios, entre los que estaba previsto empezar a trabajar con Ucrania, pero la guerra lo ha impedido y también países subsaharianos como Senegal. Los trabajadores de países de la UE, como Rumanía y Polonia, pueden llegar sin problemas, pero señala que en los últimos años son menos porque la situación de sus países está mejorando.

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