Ayuntamiento ha solicitado a la Junta de Andalucía un estudio para conocer el «impacto real» de las emisiones que produce la orujera de El Tejar, situada a escasos ocho kilómetros del casco urbano de Montilla, aunque ubicada en el término municipal de Espejo. 

Así lo confirmó ayer la teniente de alcalde de Infraestructuras y Medio Ambiente, Raquel Casado, quien defendió la necesidad de conocer la «incidencia» que esta actividad industrial puede tener entre los habitantes de Montilla.

Casado explicó que desde que comenzó la actividad en la orujera, cuyas instalaciones ocupan una parcela de más de 255.000 metros cuadrados y están dotadas de dos chimeneas de 35 metros de altura, el Consistorio montillano ha recibido «numerosas quejas» vecinales «por la afección paisajística y medioambiental que generan sus emisiones», visibles desde varios kilómetros a la redonda.

Por ello, el Ayuntamiento de Montilla se ha dispuesto a recabar «toda la información disponible» sobre esta orujera que, en palabras de Raquel Casado, «realiza una actividad necesaria» para dar respuesta al «problema grave» que representa la gestión de los orujos que generan las industrias agrícolas de la zona.

«Se trata de una actividad que evita la contaminación del suelo y de los recursos hídricos, pero es evidente que está generando molestias relevantes en Montilla, ya que son muchas las ocasiones en las que nos vemos afectados por los vapores que emite», añadió Raquel Casado

Con todo, la responsable de Medio Ambiente insistió ayer en que no se trataría de emisiones «perjudiciales para la salud», según la información pública que existe. «Por eso no se hizo un estudio por parte de la Junta de Andalucía», puntualizó la edil.