La puesta en riego de 1.200 hectáreas en la zona del Genil-Cabra que recoge el nuevo Plan Hidrológico responde al cumplimiento de unos «derechos históricos» y no a un «supuesto pelotazo». Así de tajante se ha mostrado la Comisión de Seguimiento de la Continuación del Genil-Cabra, tras las declaraciones de Carmen Quintero, secretaria provincial de la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores (COAG), que apuntó a una «posible reducción» de la dotación por hectárea «para que unos pocos amplíen tierras de secano y las metan en regadío». Unas declaraciones, que han provocado una «gran indignación» entre los agricultores de varias localidades, según la comisión, que asegura que «lejos de ese supuesto pelotazo, las tierras pendientes de transformación tienen un reconocimiento normativo histórico».

La comisión recuerda que la superficie de la zona regable del Genil-Cabra fue declarada «De Interés Nacional» en 1974 y, trece años más tarde, se aprobó la segunda fase del Plan Coordinado de Obras, que contempla la superficie que se reconoce inicialmente en el próximo Plan Hidrológico, pendiente de aprobación definitiva. «Esta superficie fue expropiada en su día» a los propietarios y cedidas a colonos del Instituto Andaluz de Reforma Agraria (IARA) y «todos seguimos esperando la puesta en riego», aseveran.