En el amplio sector del turismo rural, por ubicación y por concepto más cercano a la naturaleza, se están registrando cada vez más iniciativas que no solo fomentan el disfrute de los recursos naturales y el respeto por el medioambiente; sino que buscan desarrollar un turismo sostenible que promueva y mejore las características medioambientales y el futuro de su entorno. No en vano, y como apuntan los expertos, desde un punto de vista teórico y deseable se suele aceptar el turismo rural como ejemplo de turismo sostenible, aunque en la práctica no todas las iniciativas de turismo rural cumplen con los criterios de sostenibilidad ecológica, económica y social.

Especie protegida | Lince ibérico de la zona.

Entre los proyectos y empresas existentes en la provincia de Córdoba puede mencionarse el glamping (camping de lujo) La Dehesa Experiencies, situado en Adamuz, en la carretera hacia Villanueva de Córdoba, en plena Sierra Morena cordobesa, ejemplo de turismo sostenible que recientemente ha sido distinguido con uno de los Premios Andalucía Turismo 2022 de la Junta de Andalucía, en la modalidad de Innovación. Premio que, según la Junta, se le ha concedido por tratarse de un turismo sostenible «en el que se promueve un singular proyecto eficaz para proporcionar oportunidades económicas y de empleo, protegiendo los recursos naturales de la zona».

No en vano, en materia de sostenibilidad, desde esta empresa se destaca que el respeto por el medio ambiente y el uso sostenible de materiales naturales y energías renovables «son parte esencial de nuestra filosofía», según explica Jorge Sánchez, copropietario de La Dehesa Experiencies.

Esta filosofía partió desde la propia construcción del complejo, ubicado en un entorno de dehesa de unas 27 hectáreas. «Cuando empezamos -señala Jorge Sánchez- tuvimos que superar barreras medioambientales por estar en una zona de especial protección del lince ibérico; por lo que, entre otras medidas, fomentamos la cría de conejos, su alimento principal, y no hemos alterado nada del entorno».

Entre otras actuaciones, el recinto cuenta con un vallado especial que permite el paso de los conejos; y cuando se podan las encinas se crean nuevos escondites para estos animales, con lo que se fomenta así su reproducción en el propio entorno.

Los seis alojamientos de los que dispone este glamping no están construidos con cemento ni hormigón, sino que se apoyan sobre plataformas de madera de pino y castaño, sin tratar. Maderas que, junto a otras materias naturales, también dan forma al interior de los alojamientos.

Proyecto | Jorge Santos, copropietario. redacción

«Además utilizamos fosas estancas, para no verter ningún tipo de residuo en el campo, y todos los amenities -objetos que se ponen a disposición de los clientes para su estancia- son ecológicos», señala el copropietario de esta empresa.

Todo ello conjugado con la utilización de placas solares, de un pozo de agua natural del que proviene el agua; y de la sostenibilidad también en el transporte, «ya que no permitimos la circulación de vehículos dentro de la finca, sino que los clientes se trasladan en buggies eléctricos para no contaminar ni molestar a los animales de la zona».

Asimismo, un huerto ecológico sirve para preservar un uso sostenible de la tierra, además de ofrecer productos frescos y locales a los visitantes.

Por otro lado, y junto a los alojamientos situados en plena naturaleza, este camping de lujo ofrece diversas experiencias a sus clientes relacionadas con los recursos naturales de la zona, desde senderismo a espeleología, hasta un safari fotográfico donde el citado lince ibérico es el principal protagonista; junto a otras especies como el águila perdicera, tejón y gineta.

Y teniendo en cuenta la declaración de Reserva Starlight de la comarca de Los Pedroches, declaración que confirma la calidad del cielo nocturno de esta zona del norte de la provincia cordobesa, «también fomentamos el conocimiento del cielo nocturno y las estrellas, y la importancia de evitar la contaminación lumínica».

Para ello, los caminos están delimitados con balizas solares, que ofrecen una iluminación baja, «ya que intentamos que la contaminación lumínica sea mínima al estar en esta zona Starlight», indica Jorge Sánchez.

En definitiva, un ejemplo de turismo sostenible en la provincia que va unos pasos más allá en esta materia del turismo rural que comenzó a desarrollarse hace más de dos décadas en Córdoba, configurando un nuevo sector turístico que también hace frente al cambio climático.