Andalucía supera actualmente los 7.500 cotos de caza donde se desarrolla una actividad sostenible que, además de contribuir al mantenimiento del buen funcionamiento de los ecosistemas y de la biodiversidad de la región, ejerce también «una importante labor desde el punto de vista social y económico». El sector cinegético forma parte de las actividades que permiten un aprovechamiento del medio natural respetuoso con el entorno y, al mismo tiempo, genera puestos de trabajo y riqueza en las zonas rurales, donde reside una amplia población andaluza.
Las granjas de cría de animales cinegéticos son un claro ejemplo de ello, tal y como se informa desde la Junta, que agrega que en numerosos cotos se llevan a cabo repoblaciones de especies susceptibles de caza o, si existen los denominados escenarios (zonas especialmente habilitadas), se realizan sueltas de animales.
En ambos casos, los titulares de los cotos recurren a animales criados en granjas bajo una rigurosa normativa encaminada a preservar la pureza genética de las especies cinegéticas y evitar que estos ejemplares afecten a las poblaciones naturales. Con el fin de evitar que aparezcan hibridaciones en cotos, la legislación establece requisitos encaminados a garantizar que la genética de los ejemplares procedentes de granjas sea la misma a la de las especies silvestres.