El pleno de la Comisión de Desembalse de la Demarcación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) ha aprobadobó este miércoles un desembalse de 600 hm³ para el riego de los cultivos del Sistema de Regulación General, el 35,1% menos al aprobado en 2021, ya considerado un mal año. A este volumen, podrán sumarse hasta 20 hm³ más para completar la campaña en octubre, si la falta de precipitaciones así lo requiriera.

En la misma línea, se ha autorizado una dotación máxima de 1.750 m³/ha, un 70,8% menos con respecto a su dotación concesional. Para el riego del arroz se ha aprobado un volumen máximo a suministrar de 117 hm³, mientras que para los riegos extraordinarios el Pleno ha autorizado 20 hm³ para superficies de regadío con arboleda con precario a aquellas explotaciones agrícolas que cuenten con infraestructuras de riego que lo permitan.

Ante estos datos, y una vez analizada la situación hidrológica de la cuenca gravemente comprometida por la falta de precipitaciones, el presidente de la CHG, Joaquín Páez, reiteró su compromiso de celebrar una reunión de la Comisión Permanente en caso de que la situación de la cuenca o la evolución de la campaña lo permitiera, tal y como ocurrió en 2021. Páez apeló a la colaboración de los usuarios y a la necesidad de respetar el condicionado de sus concesiones, «ante la peor campaña de los últimos años».

La CHG recordó que, a pesar de las lluvias de esta primavera, la situación hidrológica no ha experimentado una especial mejoría y la cuenca continúa en sequía extraordinaria. En este contexto, y a sumar a la batería de iniciativas que se vienen implementando desde el pasado mes de noviembre, la CHG ha anunciado nuevas medidas a desarrollar, en esta ocasión, orientadas al control y la eficiencia de los consumos durante la campaña de regadío.

Por un lado, el Organismo ha dado luz verde, vía resolución, a la implementación de equipos de telemedida en los contadores de 78 grandes comunidades de regantes, que suman una superficie total de 50.000 hectáreas. Con este procedimiento, las señales que emitan estas comunidades llegarán vía satélite al Sistema Automático de Información Hidrológica (SAIH) Guadalquivir para que se pueda constatar a tiempo real los consumos que se realizan. Estas 50.000 nuevas hectáreas se suman a las 273.000 ha ya integradas en el sistema.

También se ha iniciado el estudio batimétrico en 26 grandes embalses de la cuenca para conocer, entre otros aspectos, el grado de aterramiento de estas infraestructuras con objeto de conocer la capacidad real de almacenamiento. Una primera tendencia preliminar arroja que el mayor aterramiento se vendría produciendo en los embalses de la margen izquierda del Guadalquivir. Como nota positiva, las primeras conclusiones también señalan que se ha detectado un incremento de la capacidad de algunas presas, con respecto a la calculada históricamente.

Por último, se ha dado cuenta de la colaboración entre la CHG y la Guardia Civil para incrementar las actuaciones e inspecciones que ambos organismos desarrollará. 

Situación hidrológica

Del 1 al 11 de mayo, la cuenca ha registrado una precipitación media de 13 l/m², lo que ha supuesto una aportación prácticamente irrelevante a la reserva hidráulica del Guadalquivir. En lo que respecta a la lluvia acumulada a lo largo del presente año hidrológico, del 1 de octubre al 30 de abril se han recogido 385 l/m² de media en los embalses de la cuenca, lo que supone un 22% menos que la registrada para el mismo período de los últimos 25 años, que se sitúa en 496 l/m². En la actualidad, el volumen embalsado en los 48 embalses de regulación de la cuenca asciende a 2.625 hm³ (32,3% de la capacidad total de embalse), 756 hm³ menos que hace un año. A pesar de ello, está garantizado el suministro de agua a corto-medio plazo para el abastecimiento a la población.

Insatisfacción de Feragua

La Asociación de Comunidades de Regantes de Andalucía, Feragua, ha valorado el esfuerzo de subir a 1.750 metros cúbicos por hectárea la dotación finalmente aprobada para la Regulación General de la Cuenca del Guadalquivir, pero ha advertido que ese incremento, con respecto a la propuesta inicial de 1.000 metros cúbicos por hectárea, es "solo un pequeño atenuante al enorme daño que sufrirá el regadío en esta campaña". Un daño que se estima "no será inferior a los 300 millones de euros", debido a "la merma de productividad y rentabilidad asociada a unas restricciones superiores al 70% de una campaña normal en la Cuenca del Guadalquivir".

El presidente de Feragua, José Manuel Cepeda, ha señalado a través de un comunicado que "en la pasada campaña, con una reducción del 50%, tuvimos unas pérdidas de más de 160 millones". "Esta campaña, con una limitación de agua muy superior, las pérdidas económicas, como mínimo, se duplicarán y lo más previsible es que se tripliquen", ha asegurado.

En esta línea, ha añadido que el impacto sobre el empleo agrícola y rural "será muy duro". "Veremos a ver cómo se desarrolla la campaña, pero, como la producción va a ser muy inferior a la normal, la recolección de olivar, cítricos, frutos de hueso y frutos secos se van a ver muy afectadas, lo que puede significar una reducción del 50% de la mano de obra agrícola", ha explicado Cepeda.

Asimismo ha recordado que, por la falta de aguas, "se van a dejar de sembrar cultivos de mayor rentabilidad económica y social como el tomate o el maíz y se van a dejar muchas tierras en barbecho", y ha insistido en que "se trata de la cuarta campaña consecutiva con dotaciones restrictivas".