La vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, ha presentado este jueves oficialmente ante la prensa y junto al presidente de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG), Joaquín Páez, el Plan Hidrológico del Guadalquivir para el periodo 2022-2027, definido como "una herramienta central" para gestionar el agua en un periodo marcado por el cambio climático. "Tenemos que estar preparados para los extremos", ha dicho la ministra.

En la presentación, que ha tenido lugar en Sevilla, Ribera ha destacado que el plan "es una herramienta central para poder acometer los elementos estratégicos de la gestión del agua en los próximos años y las decisiones en torno a la inversión", en una país "enormemente afectado por el cambio climático".

"Esto explica el porqué en nuestro país debemos trabajar en un escenario de planificación muy diferente", ha añadido la ministra, quien ha destacado que en el tercer ciclo de planificación "hemos querido incorporar esos escenarios extremos a la hora de orientar nuestras decisiones e infraestructura para poder estar preparados para episodios de alta tensión por escasez de agua y para episodios de inundaciones asociados al agua".

Es decir, añade Ribera, "frente a la planificación anterior, en la que hablábamos de escenarios medios, sabemos que tenemos que estar preparados para los extremos". "Creemos que es la mejor manera de dar respuesta al desafío que tenemos por delante", ha destacado, para añadir que "otro horizonte es que podemos disminuir la disponibilidad del agua dulce hasta un 24% en 2050 con respecto al agua disponible a principios de siglo".

Ha apuntado que "no solo tenemos un problema de cantidad" de agua, sino que también hay que prestar atención a la calidad" y se ha referido a "la lucha contra la contaminación, con dos o tres elementos adicionales". "El primero es que al Guadalquivir hay asociada una riqueza ambiental muy relevante, pero dentro está Doñana, con una necesidad de fortalecer su protección", una cuestión que "cuenta con previsiones específicas detalladas en el plan".

"Vamos a observar como toda la inversión se destina a una a mejor gestión, mejor adaptación, más eficiencia, mejor calidad y una gestión integral de los recursos", ha especificado la ministra.

Optimizar el uso del agua

Por su parte, el presidente de la CHG, ha subrayado que este plan "responde a un profundo conocimiento de las necesidades de lo usuarios y de todos los agentes que intervienen de una u otra manera en el recurso de agua en la demarcación" y que es el resultado de "tres años escuchando observando, oyendo y aprendiendo, con una interlocución de puertas abiertas".

El documento plantea la consecución de objetivos ambientales que, ha sostenido, "nos va a llevar a tener aguas en suficiente cantidad y buen estado para cumplir con las necesidades de los usuarios". En este punto, ha señalado que el plan busca "optimizar ese recurso y además en un escenario de evidente cambio climático". "Ya no nos planteamos si existe o no", ha insistido.

En este contexto, otro de los grandes objetivos es aprovechar el agua al máximo. "No nos podemos permitir ninguna pérdida de la escasa cantidad de recurso que tenemos y por eso vamos a actuar para mantener y maximizar todas nuestras infraestructuras para ser más eficientes y que no se produzcan pérdidas", ha indicado en este apartado Páez, que ha puesto en valor la modernización de la cuenca.

Claves del Plan Hidrológico del Guadalquivir 2022-27

El Proyecto de Plan Hidrológico de la Demarcación Hidrográfica del Guadalquivir 2022-2027 supone la revisión del actual Plan vigente, aprobado el pasado 2015, que actualiza la información disponible y mejora determinados aspectos de la gestión. Entre otros, la gestión de la demanda en un contexto de cambio climático.

Por su situación --la más meridional de las grandes cuencas europeas-- y la enorme variabilidad de sus recursos, la cuenca del Guadalquivir está obligada a mantener un equilibrio siempre difícil, apoyado en el conocimiento de la hidrología, la contención del consumo, el manejo cuidadoso de la infraestructura y una estrecha coordinación entre la administración y los usuarios.

En esta revisión se ha incluido por primera vez el Anejo sobre Cambio Climático, que incorpora los estudios y estimaciones de reducciones de aportaciones y de la recarga de acuíferos del Cedex; los análisis de presiones, exposición, vulnerabilidad y riesgo realizados por la Universidad Politécnica de Valencia; y la disminución de la garantía.

Además, se ha incluido en la Normativa un artículo específico de adaptación al cambio climático y en los Programas de Medidas se incluye la medida de realización de un Plan de adaptación al Cambio Climático vinculado a la nueva Ley de Cambio Climático y Transición Energética y al Plan Nacional de Adaptación al Cambio Climático (Pnacc).

Con igual hincapié se aborda la lucha contra la contaminación, especialmente la difusa originada por nitratos, principalmente de origen agrario. Existen 2.784.285 hectáreas cultivadas (48,7% del total de la cuenca). Las masas de agua en zonas de uso agrícola tienen mayor riesgo de contaminación por el uso de fertilizantes y productos fitosanitarios, con el consiguiente riesgo de contaminación, especialmente importante en los acuíferos por su persistencia. El 36% de las masas de agua presentan presiones de fuentes difusas de la actividad agrícola.