Diario Córdoba

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MONTILLA-MORILES

La venta de vino cae un 13% por las restricciones en la hostelería

Las limitaciones de acceso a los bares y a los restaurantes lastran la recuperación del sector | La caída de la comercialización no conlleva un aumento de los excedentes en las bodegas

Un empleado de Bodegas Robles prepara un pedido de vino en la zona de expediciones de la firma montillana. JOSÉ ANTONIO AGUILAR

La pandemia del coronavirus ha provocado una drástica caída en las ventas de vino del marco Montilla-Moriles como consecuencia del cierre de hoteles, restaurantes y cafeterías –el conocido como canal Horeca–. Una situación que, pese a la relajación de las limitaciones tras los meses de estricto confinamiento, se mantiene sin demasiados cambios, tal y como se desprende de un informe publicado por el Consejo Regulador de la Denominación de Origen Protegida (DOP) Montilla-Moriles.

De este modo, las bodegas, lagares y cooperativas comercializaron a lo largo del pasado año un total de 12,24 millones de litros de vino, lo que supone una caída del 13,4 por ciento con respecto a 2020, cuando se llegaron a comercializar 14,13 millones de litros. Ya entonces, las restricciones que entraron en vigor a partir del 14 de marzo de 2020 provocaron una caída de la comercialización de más de nueve puntos con respecto al ejercicio anterior.

Tal y como reconocen desde el propio Consejo Regulador, la comercialización del sector vitivinícola cordobés depende en un 73 por ciento de las ventas en hoteles, restaurantes y cafeterías de ámbito nacional, mientras que el 27 por ciento restante está vinculado, principalmente, a la distribución y a la exportación, aunque también de forma mayoritaria con destino al sector de la restauración y de la hostelería.

Con todo, las cifras de comercialización de los vinos de la DOP Montilla-Moriles también arrojan datos positivos en lo que se refiere al modo de venta de los mismos pues, si bien las transacciones a granel siguen siendo la modalidad mayoritaria –especialmente la dirigida al mercado nacional–, el vino embotellado gana terreno tanto en los mercados nacionales como en los internacionales.

De esta forma, si en 2019 solo el 23 por ciento del vino comercializado a nivel nacional se hacía en botella, en los últimos dos años ha supuesto el 24,26 y el 23,38 por ciento, respectivamente. Mientras tanto, en el caso de la exportación, los vinos embotellados dieron un salto cuantitativo muy significativo, representando el 48,2 por ciento de las exportaciones de 2021, frente al 32,8 por ciento que se registró antes de la pandemia.

En este sentido, el gerente del Consejo Regulador, Enrique Garrido, indicó que la mejora de la comercialización, tanto en el mercado nacional como en el internacional, es uno de los «grandes retos de futuro» para el sector. En este sentido, Garrido destacó que el apoyo al comercio interior y exterior seguirá siendo una de las principales líneas de trabajo, especialmente en el caso del vino envasado, «porque es el que genera más valor añadido» y, por tanto, ayuda a «dinamizar la economía».

La caída de la comercialización registrada a lo largo de los últimos dos años no ha supuesto, sin embargo, un aumento de excedentes significativo para el sector vitivinícola cordobés pues, de forma paralela a esta caída en los mercados, se ha venido registrando un descenso de la producción como consecuencia de las duras condiciones climáticas de las últimas campañas y del paulatino arranque de viñedos en el marco Montilla-Moriles.

Con todo, el gerente del Consejo Regulador reconoció que, de mantenerse esta tendencia, «la demanda y la producción se nivelarán», hasta el punto de hacer desaparecer los excedentes.

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