La Junta de Andalucía ha convertido en un embarcadero para labores de investigación científica y vigilancia el observatorio que la laguna de Zóñar, el humedal donde se refugiaron en 1977 los últimos ejemplares del pato malvasía, inundó tras las lluvias de que comenzaron a caer en 1995 y se prolongaron en 1996.

Desde entonces, la laguna, que en realidad es el único lago natural de Andalucía porque sus aguas cambian de temperatura según la profundidad y la época del año, se adueñó del territorio donde se había levantado el observatorio científico tras su declaración reserva natural en 1984.

El delegado territorial de Desarrollo Sostenible, Giuseppe Aloisio, ha informado este lunes de que la estructura del observatorio, que había quedado en desuso porque desde las lluvias que comenzaron en 1995 había quedado en el interior de la laguna, sufría daños severos en su estructura y que ahora, tras su demolición, se ha adecuado la plataforma para que pueda utilizarse como embarcadero de acceso para labores de investigación científica y vigilancia de este espacio natural protegido.

El observatorio de observación de aves se construyó en ese lugar porque hasta las lluvias de hace veintiséis años el agua de Zóñar, que se encuentra en el término municipal de Aguilar de la Frontera, no había a ese lugar al menos desde 1963, aunque las copiosas precipitaciones de ese invierno hicieron que la laguna recuperase su vaso de inundación.

Una situación similar se da en la laguna Amarga, en el término de Lucena, cuyo observatorio se había levantado a unos tres metros de la línea habitual de la lámina de agua.

En Zóñar se ha llevado a cabo también la demolición de una antigua edificación de 57 metros cuadrados cuyo tejado y paredes presentaban un evidente riesgo de derrumbe hacia el colindante Sendero de las Fuentes de Zóñar, muy frecuentado por los senderistas.

En este caso, los trabajos culminarán con la restauración de un muro, manteniendo así el perímetro del edificio como vestigio y testimonio histórico de la ocupación de esos terrenos que era utilizado por hortelanos de la zona, en períodos anteriores a la protección de la laguna de Zóñar.