El Ayuntamiento de Rute ha aprobado un convenio de colaboración con Epremasa para la eliminación de los siluros del embalse de Iznájar. No es una solución definitiva, como reconocen los pescadores deportivos, pero esperan que tenga efecto en el control del exceso de población de esta especie invasora. La concejala de Medio Ambiente, Ana Lazo, ha hecho entrega de grandes bolsas a la Asociación Medioambiental de Pescadores del Pantano de Iznájar 'Lago de Andalucía' (Amapila), para el traslado de los siluros capturados hasta los contenedores específicos que colocará la empresa provincial de recogida de residuos, Epremasa.

Estos sudarios que emplean las clínicas veterinarias para los animales muertos, servirán a los pescadores para trasladar los siluros desde la orilla del embalse hasta los lugares donde están situados los contenedores, una distancia importante ya que el pantano se encuentra a un nivel muy bajo, ha explicado la concejala de Medio Ambiente.

Aunque la pesca del siluro está prohibida, la Junta de Andalucía permite que las capturas accidentales de esta especie sean retiradas y reducir así la población. Rafael Serena, vicepresidente de Amapila, ha explicado que los pescadores están colaborando con la Universidad de Córdoba, para conocer la dimensión del problema. Así, a los siluros se les extrae vísceras y se les corta aletas para su estudios, estos ejemplares pueden llegar a los dos metros de longitud y pesar más de 80 kilos. Según Serena, desde que en el 2011 aparecieron los primeros siluros, esta especie invasora se ha dado con las poblaciones de carpas, black-bass y barbos.