El tiempo se acaba para decidir el nuevo marco de ayudas de la Política Agraria Común (PAC) que estará en vigor hasta 2027. Este jueves, el Ministerio de Agricultura ha convocado la conferencia sectorial en la que el ministro Luis Planas presentará la propuesta del plan estratégico nacional que tendrá que enviar España a Bruselas antes de final de este año. Las líneas básicas que se establezcan marcarán la distribución de unos 53.000 millones en España. Andalucía, la comunidad que históricamente es la que recibe más fondos, ha defendido que el reparto que se haga no tenga a Andalucía como el gran perdedor de la nueva PAC, pese a que Planas ha querido en todo momento anular el debate territorial frente a la idea de que se trata de una PAC de agricultores. 

El discurso general ya está definido. El plan estratégico nacional primará una agricultura más verde en la que se incentivará el relevo generacional, la igualdad de género, el pago redistributivo y el cumplimiento de la normativa laboral. Uno de los grandes caballos de batalla serán los ecoesquemas o medidas exigidas para conseguir una agricultura y ganadería más sostenible, que, como ya ha advertido el Centro Común de Investigación de la Comisión Europea, traerá una pérdida de productividad en las explotaciones, por lo que desde Andalucía se ha advertido de las consecuencias que provocará en un mercado global. El plan nacional también recoge una simplificación de las distintas medidas para luchar contra el fraude, la definición del agricultor activo, un aspecto que ha generado gran debate, al igual que el modelo de 20 regiones (máximo) de pago básico. Para el olivar de sierra (histórica reivindicación) se recogerán ayudas, además de mejorar las primas del ovino caprino y del vacuno de leche, contemplar primas para frutas y hortalizas, para la uva pasa y para el vino y la apicultura.

Desde la Consejería de Agricultura se remarca que Andalucía «no puede perder fondos de la PAC siendo una región agraria líder que ha demostrado una extraordinaria capacidad para aprovechar cada euro que llega de Europa y crecer en innovación, competitividad y sostenibilidad», además de considerar la PAC como «fundamental para evitar el despoblamiento de las zonas rurales». 

Distribución de ayudas

Solo hasta finales de agosto, Andalucía había recibido 1.469,77 millones de los 5.284,2 que se habían redistribuido en todo el territorio nacional, es decir más de uno de cada cuatro euros que llegan a España de la PAC tienen como destino el campo andaluz. Después se sitúa Castilla y Léon (903,3 millones), Castilla-La Mancha (689,3), Extremadura (525,7), Aragón (430,18), Cataluña (273,7) y Canarias (244,2). Menor importancia tiene la PAC para Galicia (170,2), Comunidad Valenciana (109,05) y Navarra (108,7).

Entre los grandes beneficiarios de la campaña de 2020 se encuentran en España grandes empresas y administraciones. Así, hay 15 beneficiarios que recibieron en ese ejercicio más de diez millones. El primer lugar lo ocupa Andalucía, con 94,21 millones, seguido de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha (48,18), la Junta de Extremadura (48,05), la Junta de Castilla y León (32,6), el Instituto Tecnológico Agrario de Castilla y León (28,38) y la Xunta de Galicia (21,8). En el séptimo lugar aparece la primera empresa, que es Alvinesa Natural Ingredientes SA, de Madrid, con 21,8 millones. El ranking se completa con la Dirección General de Desarrollo Rural de Madrid (16,3), la cooperativa Dcoop (12,6), la Generalitat Valenciana (11,5), la cooperativa cordobesa Covap (11,5), Mostos, Vinos y Alcoholes SA (11,4), Sociedad Aragonesa de Gestión Agroambiental (10,8), Gobierno de Aragón (10,8) y Alcoholes de Tomelloso (10,2).

En el caso de Córdoba, junto a Covap, la empresa Euroexplotaciones Agrarias, de la Casa de Alba, se sitúa ya a gran distancia al ingresar 935.445 euros, seguida de Frutos Moratalla, con 905.539; Sunarán, con 710.349; la Cooperativa Virgen del Campo de Cañete, con 652.599; Calancha, con 605.750 y San Felipe CB, con 548.509.