La llegada de internet a mediados de la década de los 90 cambió nuestra forma de ser, estar y entender el mundo. Al principio lo hizo de manera tímida, pero en cuanto le cogimos confianza a aquellos aparatos - casi de ciencia ficción- que eran capaces de transmitir información a cualquier computadora del mundo la cosa empezó a crecer a un ritmo frenético. En muy poco tiempo, y sin previo aviso, tuvimos o supimos adaptarnos a los enormes cambios tecnológicos que trajo consigo aquel invento. Los teléfonos móviles comenzaron a tener un uso generalizado, pero se quedaron cortos. Nacieron así los smartphones y con ellos las aplicaciones. A partir de ahí nada ha vuelto a ser igual. Más allá de las propuestas pensadas para el esparcimiento o para fomentar las relaciones interpersonales, la investigación, la ciencia y las nuevas tecnologías se han convertido en grandes aliados y han sido capaces de crear herramientas de trabajo que hasta hace unos años eran impensables.

Esas herramientas han encontrado también su sitio en el sector agroalimentario y cada vez son más las empresas y explotaciones agrarias y ganaderas que se suben al carro de la digitalización con el objetivo de optimizar recursos, de mejorar la calidad de sus productos, de tener un control más exhaustivo de las necesidades de sus plantaciones o cabañas. Y todo ello, prácticamente, a golpe de click.

Estos avances tecnológicos están ayudando a mejorar la competitividad, pero también a impulsar la sostenibilidad y a aumentar la calidad de vida del sector agroalimentario. Como ejemplo, existen sondas que permiten conocer las necesidades hídricas del suelo y que son capaces de enviar esa información detallada al usuario, pero además le evita desplazamientos en coche para acceder a ese terreno, con el consiguiente ahorro de combustible y de tiempo para el agricultor.

No obstante, aún queda camino por recorrer en el proceso de digitalización del sector. En este sentido, el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) firmaba en mayo de este mismo año un convenio con la Escuela Superior de Ingeniería Agronómica y de Montes (Etsiam) de la Universidad de Córdoba y la Escuela de Ingeniería Agronómica, Alimentaria y Biosistemas (Etsiaab) de Madrid para activar un centro de competencias digitales y un programa formativo dirigido al sector agroalimentario, convenio que forma parte del Plan de Acción de la Estrategia 2021-2023. En palabras del ministro del ramo, Luis Planas, este acuerdo aspira a «romper la brecha digital» y a que el sector incorpore dicha tecnología en su trabajo diario.

Recogida mecánica de la uva, en una explotación situada en la denominación de origen Montilla-Moriles. JOSÉ ANTONIO AGUILAR

En este sentido Planas, como informó en su momento Diario CÓRDOBA, señalaba que «la digitalización va a ser uno de los ejes transversales más importantes para la recuperación económica y nueva realidad del sector agroalimentario», y añadía que el que el 80 por ciento de los titulares de explotaciones agrarias tiene una formación eminentemente práctica o fruto de la experiencia, es decir, alejada de las nuevas tecnologías como herramienta de trabajo.

Por su parte, la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible de la Junta de Andalucía, a través de Andalucía Agrotech Digital Innovation Hub -DIH, puso en marcha el pasado marzo Agrotech Conecta, un programa de innovación abierta para alinear soluciones tecnológicas a retos de empresas agroalimentarias de Andalucía creadas a partir de las propuestas de diferentes startups, es decir, empresas de nueva creación que prestan sus servicios a través de las tecnologías de la información y la comunicación, las llamadas TIC.

Andalucía Agrotech Digital Innovation Hub -DIH, centro de innovación digital, es un instrumento tanto para canalizar las demandas del sector agroalimentario en Andalucía como para aunar esfuerzos y capacidades tecnológicas existentes en la región. El espacio físico de este centro se encuentra en Córdoba, en el edificio del Centro Avanzado de Iniciativa Empresarial y Servicios Avanzados (Ciesa), en Tecnocórdoba, en el denominado vivero de empresas Baobab que gestiona el Instituto Municipal de Desarrollo Económico y Empleo (Imdeec) del Ayuntamiento de Córdoba. Representa, según la Consejería, «el mayor ecosistema regional de innovación digital basado en la cooperación público privada, donde se conectan todos los recursos bajo una misma plataforma».

Junto a ello ha puesto en marcha la Oficina Virtual Agraria, cuyo objetivo principal es convertirse en un portal de atención y comunicación integral que aglutine todas las necesidades actuales de los ciudadanos. La provincia de Córdoba cuenta con nueve oficinas comarcales agrarias que dan servicio a más de 40.000 ganaderos y agricultores.

Todas estas propuestas, sumadas a la investigación científica y el desarrollo tecnológico, son ya una realidad, la evidencia de que el futuro ya está aquí.