A medida que va avanzando el año agrícola se van notando las consecuencias que en el campo está teniendo este largo periodo de sequía que se atraviesa. En estas fechas, cuando la campaña de aceituna de mesa (el verdeo) está apunto de comenzar, las perspectivas de los productores no son nada halagüeñas. Se juegan los resultados en la benevolencia de las nubes. Si llueve, la cosecha podrá tener posibilidades; si sigue el tiempo seco, podría ser un desastre.

Al respecto se pronuncian los portavoces de las distintas organizaciones y entidades representativas del sector. El presidente de Cooperativas Agroalimentarias de Córdoba, Rafael Sánchez de Puerta, señala que la situación actual de la cosecha de aceituna de mesa en la provincia de Córdoba es de «incertidumbre total», debido a la climatología. Indica que la cosecha es abundante, las perspectivas comerciales también, porque hace falta aceituna, y los precios, a priori, son buenos, pero que si no llueve la cosecha se perderá porque el fruto no tomará el calibre necesario para su comercialización. Esta situación se da prácticamente en todas las zonas de la provincia donde existe el olivar de secano, que es el tradicional, pero se salva algo en las zonas de regadío donde el árbol ha venido recibiendo el agua que necesita. Para normalizar la situación, explica Sánchez de Puerta, sería necesario que durante el mes de septiembre se recibiera agua en abundancia.

Para el presidente de Asaja Córdoba, Ignacio Fernández de Mesa, la situación que atraviesa la campaña de aceituna de mesa en Córdoba «no es buena», porque al ser en su mayor parte un cultivo de secano en Córdoba, este se ha visto afectado por la escasez de lluvias y las altas temperaturas, lo que está provocando que el fruto se muestre arrugado y falto de calibre. Y si no recibe agua, «es muy difícil que engorde». Matiza que ha habido algunos puntos de la provincia como Cabra, Lucena o la zona de la capital, donde unas tormentas caídas la semana pasada aliviaron un poco la situación, pero no lo suficiente.

En cuanto a la producción, el presidente de Asaja apunta que no es como la del año pasado, pero precisamente por el motivo ya citado, de la sequía y el calor, se ha notado la caída en cuanto a cantidad. En la provincia de Córdoba hay unas 10.000 hectáreas de olivar para aceituna de mesa que vienen produciendo de media unas 70.000 toneladas, de las cuales, solo en las que tienen riego se esperan unos resultados algo más positivos.

Según ha apuntado a este periódico Miguel Cobos, responsable de UPA en Córdoba, algunos agricultores que producen variedades como la hojiblanca tienen la alternativa de volcar la producción en el aceite si no se puede aprovechar el verdeo.

Miguel Cobos concluye señalando que si la situación climática fuera normal, la campaña de la aceituna de mesa sería aceptable, porque los precios son buenos, debido a que la producción es algo más corta y han desaparecido los aranceles para la aceituna verde, circunstancias estas que harían que los agricultores vieran la temporada con optimismo y no con la incertidumbre con la que viven estos días.