Los municipios del sur de Córdoba y del norte de Málaga protagonizan un intenso debate sobre el trasvase del embalse de Iznájar, con la escasez de recursos hídricos como trasfondo, tras el anuncio realizado por la consejera de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible, Carmen Crespo, el pasado 19 de agosto, mediante el que avanzaba que la Junta de Andalucía impulsaría ese proyecto a finales de septiembre.

La postura de Iznájar está clara. Ya hace unas semanas su alcalde, Lope Ruiz (PSOE), tildó de «disparate» esta idea. Posteriormente, una moción entre el grupo municipal socialista y el PP, en pleno, selló esa oposición. El objetivo, como explicó ayer Ruiz a este periódico, es revertir ese proceso. En opinión del alcalde, «no se dan las circunstancias» para que se realice dicho trasvase. Y es que, con poco más de 212 hectómetros cúbicos de agua embalsada, el pantano se encuentra al 21,64% de su capacidad, por lo que resulta uno de los más afectados de Córdoba en un tercer año hidrológico consecutivo en el que la provincia registra bajadas en sus reservas.

Antes del anuncio de la consejera, la patronal agraria Asaja Córdoba mostró también su rechazo al trasvase hacia la comarca malagueña de Antequera. Una postura que mantendrá hasta que «no se solucionen las demandas históricas de regadío para la provincia». El presidente, Ignacio Fernández de Mesa, aseguró que hacerlo «supondría ahondar aún más en el agravio a Córdoba». Y esta decisión «no sería ni justa ni razonable por el perjuicio para los agricultores y al campo cordobés».

El alcalde de Humilladero (Málaga), uno de los que se encuentran junto con Fuente de Piedra más afectados por el riesgo de desabastecimiento, Miguel Asencio, expresó no estar de acuerdo con Lope Ruiz, matizando que sólo se canalizará cuando el nivel de acumulación de recursos hídricos lo permitan y dejando claro que son conscientes de la situación del embalse pero que cuando se ejecute «vendrá agua algunos años sí y otros no, pero si no tenemos la canalización no se podrá usar».

Pero el alcalde de Iznájar insiste: «Tenemos un pantano que está vacío y 250.000 personas que se están abasteciendo en el valle del Guadalquivir». A esto hay que sumar el «aprovechamiento para actividades náuticas y lúdicas» que ofrece el municipio iznajeño. Ruiz considera que hay otros embalses, como el Guadalhorce y el Guadalteba, con sus reservas en una mejor situación y en lugares más cercanos. Algo que no entiende. Además, aseguró que la Junta «no tiene autorización del Consejo de Ministros».