4.471 hectáreas que había de media entre los años 2016 y 2019, a las 9.815 hectáreas del ejercicio pasado, de acuerdo con los datos de la Junta de Andalucía

En cuanto a la campaña 2021-2022, el presidente de Asaja, Ignacio Fernández de Mesa, explica que la cosecha crecerá, fundamentalmente, por el crecimiento del terreno destinado a la almendra y destaca que «hay más producción», aunque «hablar de un 50% es excesivo», matizando así las estimaciones realizadas en julio pasado por esta organización, que previó que la provincia superaría las 4.700 toneladas de almendra en la campaña actual.

La recolección de la almendra comienza estos días en Córdoba con buenas expectativas para la campaña, ya que fuentes del sector prevén un aumento de hasta el 100% en la producción y también una subida de los precios, que podrían situarse en el entorno de los 4 euros por kilogramo. El cultivo se ha convertido en una alternativa frente a la falta de rentabilidad de los más tradicionales y por esto la superficie sembrada se ha incrementado en la provincia, pasando de las 4.471 hectáreas que había de media entre los años 2016 y 2019, a las 9.815 hectáreas del ejercicio pasado, de acuerdo con los datos de la Junta de Andalucía. Fuentes consultadas adelantan que en los próximos años continuará creciendo su implantación. 

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Comienzo de la campaña de la almendra en Córdoba A.J.González

En cuanto a la campaña 2021-2022, el presidente de Asaja, Ignacio Fernández de Mesa, explica que la cosecha crecerá, fundamentalmente, por el crecimiento del terreno destinado a la almendra y destaca que «hay más producción», aunque «hablar de un 50% es excesivo», matizando así las estimaciones realizadas en julio pasado por esta organización, que previó que la provincia superaría las 4.700 toneladas de almendra en la campaña actual. 

Consultado por los precios, Fernández de Mesa recuerda que EEUU cuenta con alrededor del 80% de la producción mundial «y no tendrá tanta, porque esta sufriendo sequía». En esta línea, detalla que la almendra que queda de la campaña pasada tiene mejor precio que hace un año y cotiza a unos 3,7 euros por kilogramo, mientras que «la que se está recogiendo ahora se espera que tenga un precio base de 4 euros. Hay una expectativa muy buena», admite. 

De su parte, el secretario general de UPA, Miguel Cobos, estima que la producción podría rondar las 6.000 toneladas en Córdoba, duplicando, prácticamente, las 3.170 toneladas cosechadas durante la última campaña. Cobos precisa que Córdoba está a la cabeza de la producción en Andalucía, ya que, aunque provincias como Granada y Almería tienen una extensión mucho mayor de este cultivo, en su caso se trata de almendros tradicionales, cuyas producciones son muy inferiores. En cambio, en Córdoba se está plantando, fundamentalmente, en tierras fértiles como la campiña y zonas de regadío, y se obtienen entre 1.500 y 2.000 kilos de pepita de almendra por hectárea. El secretario general de UPA entiende que «el problema son los precios, que no acaban de estabilizarse y, como consecuencia del aumento de la siembra, están descendiendo. No tiene una justificación razonable, la especulación es el principal problema del sector, porque consumimos más almendra de la que producimos, pero el precio está en torno a los 3 euros por kilogramo de «pepita», puntualiza. Cobos afirma que «el almendro, a pesar del precio, es uno de los cultivos más rentables en Córdoba. No hay muchos que rindan 6.000 euros por hectárea, de ahí su expansión».  

Comienzo de la campaña de la almendra en Córdoba A. J. GONZÁLEZ

De otro lado, la secretaria provincial de COAG, Carmen Quintero, coincide en que «la cosecha es buena y se habla de un aumento de la producción. La calidad es excelente, pero lo que no acompaña es el precio de la almendra en el mercado». De este modo, cree que «sería necesario un paquete de medidas que regulen el mercado y así conseguir la deseada rentabilidad del cultivo».

La campaña en El Viento

En una de las fincas cordobesas dedicadas a la almendra, El Viento (localizada en Santaella, junto a La Montiela), ya ha comenzado la recolección y Rafael de la Bastida, joven agricultor e hijo del propietario, estima que el trabajo durará en torno a tres semanas, ya que tienen 92 hectáreas sembradas, pero solo 45 están en plena producción.  

La actividad, desarrollada por alrededor de una decena de personas, comienza a las 5.30 horas y finaliza sobre las 12.00 horas para evitar las altas temperaturas. Rafael, de 29 años de edad, recuerda que la finca se dedicaba antes al cultivo extensivo de trigo o algodón, «pero son inviables por la escasa rentabilidad» y optaron por el almendro en regadío como alternativa. Formado en Administración y Dirección de Empresas por la Universidad Loyola Andalucía, trabaja con su padre desde hace casi cinco años y está tomando el relevo en el negocio familiar.

En septiembre del 2015 plantaron sus primeros almendros, 13 hectáreas, y «todavía no hemos terminado de amortizar la plantación, pero parece que a la larga sí puede que sea rentable», precisa este joven agricultor.

Acerca de la campaña, comenta que «parece que la salvamos, pero preocupa la que viene y la dotación de agua que pueda tener el regadío. Porque el almendro recibe unos 2.900 metros cúbicos por hectárea, pero necesita mucha más agua, 7.000 u 8000 metros cúbicos, para llegar al mayor rendimiento del cultivo. El año que viene, si no viene un invierno muy lluvioso, habría más restricciones todavía y nos veríamos con problemas, el almendro acusa mucho la falta de agua y se puede incluso llegar a secar», lamenta. 

Sus perspectivas apuntan a una producción de en torno a 90 toneladas de pepita de almendra que venderán al mercado nacional. Rafael precisa que han montado una pequeña industria para la limpieza y el descapotado, por lo que la comercializan limpia con la cáscara.

También están comenzando ya a vender la capota, porque «tiene propiedades muy buenas y se está creando un mercado en el que se llegan a pagar 20 euros por tonelada para alimentar al ganado (ovejas, cabras, vacuno...) y las reses». En este sentido, este agricultor subraya que «estamos contentos» con el cultivo de la almendra, porque «creemos que es lo mejor, es una buena alternativa».