El cambio climático podría reducir a la mitad las actuales zonas de producción vitivinícola en la provincia de Córdoba, por lo que los viticultores cordobeses, muchos de ellos bajo la Denominación de Origen de vinos Montilla-Moriles, deben ser capaces de adaptarse al cambio, según apuntan distintos estudios y expertos.

No en vano, el aumento de las temperaturas, la variación de las lluvias y los cambios estaciones tienen una incidencia directa en la cantidad y calidad de diversos tipos de uva, de ahí que algunos expertos señalen que la solución para algunas zonas productoras de vino del sur de España, como Córdoba, pasa por sustituir variedades de viñas.

Entre los investigadores que están estudiando sobre la adaptación de la viticultura al cambio climático y sobre el futuro de los vinos españoles se encuentra Ignacio Morales-Castilla, de la Universidad de Alcalá de Henares, cuyos estudios evidencian que el cambio climático supone también una amenaza global para la industria del vino, ya que si las temperaturas aumentasen 2 grados, las regiones que actualmente son idóneas para la viticultura podrían disminuir hasta en un 56% y, si se llegase a los 4 grados de calentamiento, hasta el 85% de esas regiones dejarían de ser aptas para producir vinos en óptimas condiciones.

Lógicamente, y como explica Ignacio Morales-Castilla, estos modelos y proyecciones son «a escalas territoriales más grandes», por lo que los estudios disponibles aún no pueden facilitar porcentajes específicos sobre la posible reducción de la producción de uva en Córdoba, aunque no cabe duda de que estos datos son extrapolables, en cuanto que la producción vitivinícola de la provincia se enmarca dentro del clima que se registra en el sur de España.

Desde el Departamento de Ciencias de la Vida de la citada universidad, y desde el grupo de investigación Ecología del cambio global y evolución del que forma parte este investigador junto a otros expertos, han utilizado registros agrícolas de las fenologías del ciclo de la uva y han modelizado para saber cuándo se produciría la brotación, floración y maduración en cada región de cultivo de vino bajo tres escenarios de calentamiento: incrementos de 0°C, 2°C y 4°C más.

¿Nuevos vinos? | Los expertos apuntan la necesidad de sustituir variedades de viñas. CÓRDOBA

En concreto, para los dos escenarios de aumento de las temperaturas se pronostican cambios en las condiciones climatológicas que afectan a la vid durante su desarrollo, en paralelo con cambios durante el proceso de maduración que afectarían a la calidad de los vinos. Por ello, «permitiendo el reemplazo de variedades, se reducirían esas pérdidas de forma significativa», señala Morales-Castilla, ya que si se alcanzan los 2 grados más de calentamiento global y no se implementan medidas de adaptación, el citado 56% de las áreas vitivinícolas podrían dejar de ser adecuadas para la viticultura, «pero si los productores reemplazasen las variedades más vulnerables por otras mejor adaptadas al clima futuro, las pérdidas se reducirían al 24%».

Otra cosa es saber qué variedades podrían ser más interesantes para garantizar el futuro del sector vitivinícola cordobés, y la repercusión o los cambios que tendrían que afectar a todos los productores de la provincia. Cuestiones que con los nuevos proyectos de investigación sobre el futuro de los vinos españoles que tiene en marcha este grupo de investigación «espero que sean posible contestar en un futuro no muy lejano», afirma este investigador, que actualmente trabaja en la recopilación de datos que permitan generar predicciones para variedades autóctonas de España y Portugal que puedan ser utilizadas directamente por los productores.

Por otro lado, los análisis ya realizados ponen sobre la mesa otra importante cuestión para el sector cordobés, ya que según estas investigaciones las regiones vitivinícolas con climas más fríos, como Alemania, Nueva Zelanda o el Noroeste del Pacífico estadounidense no se verían afectadas negativamente en el escenario de 2°C de calentamiento, «aunque estas regiones más frías sí pasarían a ser adecuadas para el cultivo de variedades mejor adaptadas al calor», con el consiguiente aumento de la competencia, «y por el contrario, las regiones más cálidas en la actualidad , como España, se enfrentan a mayores pérdidas si no se adoptan medidas».

Actualmente existen más de 1.100 variedades distintas de vides adaptadas a diversas condiciones ambientales. Analizar cuáles son las mejores para Córdoba, y/o cómo adaptar las actuales al cambio climático, es vital para el futuro de los vinos cordobeses.