Los ayuntamientos de Montilla, Monturque y Santaella se han adherido a un «grupo motor» que pretende impulsar un plan para la recuperación integral del cauce del Cabra, un río no regulado, afluente del Genil, que atraviesa las comarcas de la Subbética y de la Campiña Sur Cordobesa.

La iniciativa, que aspira a reunir a los seis municipios por los que transcurre el río –Cabra, Monturque, Montilla, Montalbán, Aguilar de la Frontera y Santaella– pretende acabar con los problemas de vertidos, contaminación e inundaciones.

«En las últimas décadas, el río ha dejado de ser, en cierto modo, ese elemento vertebrador de nuestro territorio, debido fundamentalmente a los niveles de contaminación de sus aguas y a la degradación de su cauce, resultado de las presiones e impactos a los que se ve sometido a lo largo de su lecho», sostiene el documento de adhesión al Grupo Motor.

Una situación que se deriva de la «gran presión de la agricultura», de los «vertidos incontrolados de las industrias» y de los «puntos de acumulación de residuos» que, a juicio de este colectivo, provocan «graves inundaciones y avenidas durante los episodios de lluvias intensas».

Por todo ello, el Grupo Motor reclama a la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) el desarrollo de un Plan Integral de Restauración del río Cabra. Igualmente, instan al Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil que desarrolle un «plan de vigilancia de las infracciones que se cometan en el cauce» y, de este modo, «se pueda impedir que las enormes presiones a las que es sometido el cauce continúen en el tiempo».

«En este momento nos encontramos con un marco idóneo para el desarrollo de políticas de restauración y recuperación ambiental, marcado por la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, que pretende avanzar hacia sociedades con un crecimiento económico inclusivo y mayor cohesión y justicia social, en paz y con un horizonte medioambiental sostenible», recuerdan los consistorios que ya se han adherido a la iniciativa, a la vez que subrayan que tanto los ayuntamientos como la Diputación de Córdoba han presentado ya proyectos que incluyen medidas en este sentido.

En su tramo más alto, el río Cabra sufre problemas como «acumulación de vertidos y basuras, pérdida de calidad de las aguas, erosión y desestabilización del cauce y sus márgenes», así como una «grave degradación de la vegetación» y una «absoluta desconexión del medio fluvial con el entorno urbano, agrícola e industrial», según el Grupo Motor.

A lo largo de su recorrido de más de 62 kilómetros, el río recibe el agua de varios cauces de régimen irregular, como el arroyo Guadalazar por su margen izquierdo y el arroyo de Santa María por el lado derecho, entre otros.