El presidente de Asaja Córdoba, Ignacio Fernández de Mesa, ha pedido a la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) que trate por igual a todos los cultivos de riego, eximiéndoles de pagar el canon de riego al igual que se ha hecho con el arroz, cultivo que, con menos del 5% de la superficie de riego, recibirá el 20% del total de desembalse de esta campaña de riego. 

La cuenca del Guadalquivir tiene más de 700.000 hectáreas de regadío, de las cuales 36.000 son de arroz y unas 400.000 son de olivar. El resto, casi 300.000 hectáreas, son cultivos hortícolas, algodón y otros cultivos herbáceos y leñosos.

 El pleno de la Comisión de Desembalse de la Demarcación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) aprobó un desembalse máximo de 925 hectómetros cúbicos para el riego de los cultivos del Sistema de Regulación General, un 16% menos al aprobado en 2020 y, de ellos, se ha autorizado 187 hectómetros cúbicos para el riego del cultivo del arroz.

 Para toda la cuenca, ese desembalse de 925 hectómetros para el riego, supone una dotación máxima de 2.800 metros cúbicos por hectátera, un 38,8% menos que la asignada el pasado año y un 53,3% menos con respecto a su dotación concesional. Para el olivar la dotación es de 900 metros cúbicos por hectárea.

 Por ello, la organización agraria solicita que se traten a todos los agricultores por igual porque todos los cultivos están afectados y este nivel de restricción, consecuencia de la situación hidrológica de la cuenca, «causará un gravísimo daño a las explotaciones del Guadalquivir, obligando a la sustitución de los cultivos de mayor valor añadido por los de menor demanda de agua y a dejar muchas tierras de abandono en toda la cuenca», por lo que no es razonable que paguen canon de riego en esta campaña. 

En el caso de Córdoba, además es la provincia de la cuenca del Guadalquivir que más agua almacena (un 49,55%) y la que menos riegos tiene (solo un 16,83%). También, recuerda Ignacio Fernández de Mesa, Córdoba es la provincia que menos porcentaje de olivar en riego tiene en esta cuenca (solo un 14,39%) a pesar de ser la segunda en superficie de olivar, por lo que «esta situación empobrece nuestras zonas rurales debido a la penosa situación de los cultivos de secano, que hace que sólo los riegos sean competitivos»