Ecovalia, la asociación profesional española de la producción ecológica con sede andaluza y de la que son socios diversos productores e industrias agroalimentarias cordobesas, acaba de poner en marcha la campaña Los frutos secos ecológicos frenan el cambio climático, en la que quieren promocionar este cultivo andaluz poniendo precisamente en valor la importancia de este en la lucha contra el cambio climático.

Entre otras iniciativas, esta campaña cuenta con tres encuentros on-line con expertos del sector que se celebrarán a lo largo de este mes, y cuyo primer capítulo tuvo lugar el pasado martes 6 de abril.

Según Ecovalia, los frutos secos ecológicos contribuyen de forma muy destacable a la lucha contra el cambio climático, con una reducción de la huella de carbono de hasta un 37%. No en vano, los frutos secos se encuentran en el podio nacional de los cultivos ecológicos en número de hectáreas. En concreto, con 170.238 hectáreas, ocupan la plaza número tres con más superficie, por detrás de los cereales y el olivar, según datos del Ministerio de Agricultura Pesca y Alimentación.

Andalucía, con 76.033,08 hectáreas, es la comunidad autónoma que más superficie tiene, por delante de Castilla La Mancha y Murcia; y, atendiendo a los últimos datos del 2020 de la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible de Andalucía sobre la producción ecológica, en la región ocupan el segundo lugar por superficie, tras el olivar, pero por encima de los cereales.

Esta superficie no ha dejado de aumentar en los últimos 15 años -excepto en el periodo entre el 2012 y 2013-, desde las 19.844 hectáreas existentes en el año 2005, lo que supone que en 15 años los frutos secos ecológicos andaluces han multiplicado por 3,8 su superficie de cultivo, con un incremento en el 2020 respecto al año anterior del 15,8%.

En el caso de Córdoba, son 560,8 hectáreas las que se dedican a los frutos secos ecológicos, según estos datos, si bien el peso relativo en extensión respecto a otros cultivos ecológicos es menor, pues no solo el olivar y los cereales ocupan más extensión, sino también otros aprovechamientos ecológicos como las hortalizas, cítricos y legumbres secas. Por otro lado, son 16 las instalaciones industriales ubicadas en la provincia que se dedican a la manipulación y envasado de frutos secos ecológicos, de las 156 que están repartidas por toda Andalucía, y donde Granada es la que tiene más industrias, con un total de 44.

Imagen del encuentro on-line con Carmen Roldán. CÓRDOBA

Estas superficies e industrias están asociadas a emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) bajas, como resalta el secretario general de Ecovalia, Diego Granado. «Según los datos del informe Producción Ecológica Mediterránea y Cambio Climático, editado por Ecovalia, los frutos secos en ecológico están asociados a emisiones de GEI generalmente bajas. Por eso es un sector que ha adquirido una gran importancia».

Todo ello sin contar que estos productos contienen un alto valor añadido por su aporte de riqueza al mundo rural y por sus cualidades organolépticas. La almendra ecológica andaluza es altamente valorada por los mercados internacionales, «aunque los frutos secos, además de ser una fuente de energía y salud, contribuyen a la lucha contra el cambio climático y la desertización», recuerda Granado.

En el marco de esta campaña, Ecovalia ha editado también un vídeo, y respecto a los tres citados encuentros on-line, de inscripción gratuita, este martes comenzaba la primera sesión con la intervención de Carmen Román, de la empresa almeriense Bio Crisara de agricultura ecológica y producción de almendro, que abordó la realidad del sector de los frutos secos ecológicos en Andalucía. Ya el próximo martes 13 de abril Francisco Macho, ingeniero agrónomo y técnico de una cooperativa del sector, adelantará las nuevas oportunidades para el sector en Andalucía, como puede ser el pistacho ecológico; y el martes siguiente el también técnico agrícola Francisco Urquiza se centrará en la producción, técnicas y transformación de los frutos secos ecológicos en Andalucía y su contribución a la sostenibilidad.

En definitiva, una campaña que pone en valor este cultivo que cada vez cobra más presencia, y que, como todas las producciones ecológicas, no solo garantiza la viabilidad económica de los entornos rurales y proporciona beneficios para la salud, sino que también aporta biodiversidad a los ecosistemas y reduce las emisiones de gases de efecto invernadero.