La importancia del regadío en la agricultura es alta, por rendimiento y beneficios, tanto para las explotaciones como para el entorno natural y poblacional, siempre y cuando esta práctica agrícola se realice de forma adecuada y responsable. En Córdoba, respecto al algo más de millón de hectáreas de superficie agraria registradas, son más de 113.000 hectáreas las dedicadas a regadío (11,3%). Por cultivos, destacan el olivar y los cítricos, pero se dedican también tierras al almendro, la viña, los herbáceos (algodón, maíz, trigo, girasol), ajos, etc. Sin embargo, este sector tiene importantes retos a medio y largo plazo, riesgos a los que hacer frente y mejoras que realizar para seguir siendo una alternativa viable y rentable tanto para los productores como para el territorio en el que se sitúan estos cultivos.

Existen multitud de comunidades de regantes, muchas pequeñas, ya que, cuando más de una persona está conectada a un punto de abastecimiento para sus cultivos, ha de constituirse por ley una comunidad de regantes. Entre las más destacadas, por volumen hídrico, integrantes o superficie, están las que aparecen recogidas en Fenacore (Federación Nacional de Comunidades de Regantes de España): Comunidad de Regantes (CR) Huerta De Doña Urraca, adscrita a Córdoba; CR del Pantano del Guadalmellato (Córdoba); CR Salva García (Silillos, Córdoba); CR de Fuente Palmera (Fuente Palmera); CR El Villar (Fuente Palmera); CR del Pantano de Sierra Boyera (Belmez); CR de la Zona Regable del Genil-Cabra (Santaella); CR del Canal de la Margen Izquierda del Genil (Palma Del Río); CR del Canal de la Margen Derecha del Genil (Palma del Río); CR del Canal de la Margen Izquierda del Bembézar (Posadas).

Existen servicios de asesoramiento al regante (SAR) de carácter local, ubicados sobre el terreno, con técnicos para promover el uso racional del agua. Un buen elemento de apoyo y orientación para mejorar la gestión económico-administrativa, la optimización de los riegos y el manejo y mantenimiento de las infraestructuras, así como otros detalles de frecuencia, control y distribución de riego. Otro baluarte para el regadío es Servifapa, plataforma de asesoramiento y transferencia del conocimiento andaluza que realiza estudios (a disposición de los regantes), ofrece recomendaciones de riego y desarrolla proyectos de I+D para su aplicación en este ámbito.

El déficit hídrico (tanto por la falta de lluvias como por la mala distribución de los recursos) es el principal caballo de batalla. Algunos solicitan más y mejores infraestructuras mientras que otros, como la Fundación Savia, se inclinan por una adaptación a la situación medioambiental -se prevé un 20% menos de agua en los próximos años por el cambio climático- y un replanteamiento de la estrategia, con una planificación conjunta, responsable y en la que se marquen las prioridades del sector, siendo realistas en pro de la sostenibilidad de los regadíos.

La mayoría de productores coincide en señalar que ampliar regadíos en Córdoba ayuda a garantizar el futuro a las explotaciones de la provincia; y es que, en términos de productividad -contando con suficiente agua para el riego- es casi un valor seguro: como mínimo duplica o triplica el rendimiento del cultivo frente al de secano y puede llegar hasta ser seis veces mayor.

Las organizaciones agrarias, Cooperativas Agroalimentarias y la Asociación de Comunidades de Regantes de Andalucía (Feragua) piden que se aprovechen los fondos europeos anticrisis -los ‘Next Generation’- para solventar las demandas históricas de regadío de Córdoba, tanto en la cuenca del Guadalquivir como en la del Guadiana.

Se plantea urgente la finalización de la zona regable del Genil Cabra, cuya ampliación está planificada desde hace años y no se ejecuta alegando motivos presupuestarios. Ahora que llegan fondos, se apunta a que se aceleren las gestiones para comenzar las obras. Al tiempo, también se reclaman los estudios necesarios para permitir la ampliación de la margen derecha del Canal Genil-Cabra en Puente Genil.

Además, se ven estos fondos como una gran oportunidad para modernizar los riegos con toma directa del Guadalquivir, que nunca han tenido ayudas para su mejora y son básicos para el empleo y el desarrollo económico en toda la Vega del Guadalquivir. Y todo porque Córdoba es la provincia de la cuenca del Guadalquivir que más agua almacena (casi un 50%) y la que menos riegos tiene (no llega al 17%). También, Córdoba es la provincia que menos porcentaje de olivar en riego tiene en esta cuenca (menos del 15%) a pesar de ser la segunda en superficie de olivar. La conclusión es que Córdoba tiene infraestructuras suficientes para mejorar, pero sufre una notable infradotación de regadío frente a otras provincias andaluzas. Asaja afirma que se podrían poner un mínimo de 150.000 hectáreas de olivar en riego, a razón de 1.500 m3/ha gracias a la dotación extra de 228 Hm3 para las zonas regables del Guadalmellato, Guadajoz, riegos con toma directa y el Genil-Cabra. Así mismo, en la cuenca del Guadalquivir hay importantes zonas ganaderas en la sierra que tienen problemas de abastecimiento de agua para el ganado y que podrían solucionarse con autorizaciones para microembalses o facilitando la realización de pozos. Por su parte, Feragua, partidaria de las acciones de ampliación de infraestructuras, modernización hídrica y regeneración medioambiental en todos los embalses y entornos necesarios (Cordobilla, La Breña, Bembézar…), se muestra prudente en cuando a una ampliación de regadíos todavía, puesto que sólo aportaría más tensión a la cuenca del Guadalquivir. Los regantes, mientras, sufren restricciones por la escasez de agua y miran al cielo.