El plan de ayudas del Gobierno para fomentar la movilidad sostenible ha disparado este año, pese al covid-19, la venta de vehículos eléctricos en España. Septiembre cerró con la matriculación de más de 2.200 turismos eléctricos, un incremento del 177% con respecto al mismo periodo del 2019. El balance de ventas acumulado entre enero y septiembre es de 10.324 unidades, un 38,2% más que hace un año, según recoge movilidadsostenible.com. Las ventas de vehículos eléctricos de todo tipo subieron un 91,9% en septiembre, hasta alcanzar las 3.549 unidades, según datos de la Asociación Empresarial para el Desarrollo e Impulso del Vehículo Eléctrico y la Asociación Nacional de Vendedores de Vehículos a Motor. El mercado total de enchufables, incluyendo furgonetas, quads, triciclos, cuadriciclos, ciclomotores, vehículos industriales y autobuses, registró 3.549 matriculaciones (un 91,9% más) en septiembre, y 24.359 en lo que va de año (+43,1%). En cuanto a la autonomía de las baterías, va mejorando de forma imparable. Ya son varias las marcas que ofrecen más de 400 kilómetros con una sola recarga.

Aunque todavía, a día de hoy, el precio de un coche eléctrico o híbrido es más caro que un modelo equivalente de combustión, la movilidad verde gana terreno. Un coche eléctrico cuesta más o menos el doble que uno de la misma marca y misma gama de gasolina y no bajan de los 20.000 euros, por norma general. Sin embargo, los costes de uso son más bajos. El combustible es el ahorro más evidente. La electricidad consumida cuesta 1,3 euros en uno eléctrico cada 100 kilómetros, frente a los siete euros en gasolina para un motor convencional. Así, cuantos más kilómetros se recorran al año en un coche eléctrico, o con el uso eléctrico de un híbrido, mayor será la rentabilidad frente a uno de combustión. ¿El reto? Son varios: precio asequible, red de repostaje y facilidades para poder recargarlo en los domicilios.

Por otra parte, en algunas ciudades existen ya beneficios fiscales para este tipo de vehículos menos contaminantes. Entonces, ¿sale ya a cuenta económicamente un eléctrico? Tanto el RACE como muchas marcas han sacado la calculadora para ver si un coche eléctrico actualmente sale rentable, y concluyen que un eléctrico se amortiza al cabo de 10 años, e incluso antes, si se utiliza mucho. Así, un eléctrico empezaría a amortizarse a partir de unos 15.000 kilómetros anuales. En cualquier caso, en el mercado se da por hecho que en unos cinco años bajará el precio de estos vehículos hasta igualarse a los de combustión y, además, seguirán ganando en autonomía y velocidad de recarga. Desde la Federación Mediterránea de Gasolineras se plantean, sin embargo, algunas incógnitas con respecto a la futura Ley de Cambio Climático y Transición Energética y la apuesta por los coches eléctricos. Así, desde este sector se cuestiona si habrá materia prima suficiente (litio, cobalto, níquel…) para fabricar las baterías necesarias en caso de que los coches eléctricos sustituyan a los que usan combustibles fósiles, y también constatan que, aunque los coches eléctricos no contaminan por sus emisiones, la producción de electricidad sí lo hace. Ahora bien, las centrales eléctricas son cada vez más limpias (hay menos térmicas de carbón) y ello hace que la energía con que se recarga sea también más ecológica.

¿Y la recarga?

Acabo de estrenar mi nuevo coche eléctrico. ¿Qué tengo que hacer para poder recargarlo cuando llego a casa? De momento, la mayoría de las nuevas promociones de viviendas que se empiezan a construir incorporan ya estas instalaciones. De hecho, será por ley que así se haga, debido a los cambios que prevé el Código Técnico de la Construcción por decisión del Gobierno. Para las empresas contructoras, el coste actual no es muy elevado. Se calcula que unos 100.000 euros, por ejemplo, para una urbanización de 200 viviendas, pero podría variar al alza en caso de aumento de la potencia. «Está claro que cada día hay más expectación por el tema del coche eléctrico y los puntos de recarga e instalaciones adicionales tienen que incorporarse necesariamente, y ya se están incluyendo en los procesos de construcción», subraya Jesualdo Ros, secretario general de la Asociación de Promotores de Alicante.

Ahora bien, para el particular que acaba de comprar un coche eléctrico y quiere enfucharlo en su casa, todo es bastante sencillo. Basta con instalar un enchufe convencional en su plaza de párking o bien puede hacer la recarga en algún poste público en la calle. Si se elige la primera opción, la horquilla de precios para instalar la toma de corriente y el cargador está entre los 500 y los 2.000 euros, dependiendo de si se opta por más o menos potencia. Lógicamente, el suministro eléctrico vendrá del contador de ese vecino, no de la comunidad.

El propietario de una plaza de garaje que quiere instalarse un enchufe en su plaza no necesita permiso de su comunidad de propietarios del edificio, pero sí debe comunicárselo (informé técnico en mano), al resto de los vecinos por si existe alguna pega como, por ejemplo, y según apuntan desde el Colegio de Administradores de Fincas, que «la instalación pueda afectar a elementos comunes de la urbanización o, por ejemplo, que vaya junto a una tubería de agua».

El otro camino es que la propiedad comunidad de propietarios decida asumir la instalación de los enchufes o el contador general desde el que después salgan derivaciones hacia las plazas de aparcamiento. «Cada día más propietarios preguntan por el tema y se lleva a las juntas», afirman. Recargar el coche en casa presenta numerosas ventajas, si bien sigue suponiendo un cierto coste (muy bajo) por el consumo de luz consumida. Además, si instalamos un enchufe convencional de baja potencia, la recarga puede alargarse durante bastantes horas. Por ello, los postes de recarga públicos en la calle presentan la ventaja de que son más rápidos (también los hay ultrarrápidos) y, además, totalmente gratuitos. Hay varias app que indican qué cargadores están libres u ocupados.

Un caso diferente es el de los garajes comunitarios con plazas de aparcamiento, pero sin viviendas.

Aquí la vía es un poco más complicada, ya que debe ser la comunidad la que instale un contador general desde el que los propietarios de las plazas que quieran contar con una instalación de recarga enganchen. El administrador del parking deberá contar con un empleado que controle los consumos.

Cien mil puntos de recarga

La Asociación Empresarial para el Desarrollo e Impulso de la Movilidad Eléctrica (Aedive) asegura que el objetivo de alcanzar 100.000 puntos de recarga para coches eléctricos en España «es factible», pero siempre que se eliminen las dificultades que tienen los operadores para ello.

Para el director general de Aedive, Arturo Pérez de Lucía, «el problema no radica en la industria ni en las empresas, que están motivadas y dispuestas, sino en las dificultades que tienen los operadores para poder instalar y operar los puntos de recarga». Un problema que, en su opinión, parte de las administraciones públicas, «que por otro lado son las que reclaman ese despliegue». La presión de la demanda allanará el camino, aseguran.