La Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible adoptada por la Asamblea General de la ONU en septiembre del año 2015 -y que desde esta semana y hasta el próximo 16 de julio es objeto de revisión de sus progresos en el llamado Foro Político de Alto Nivel de Naciones Unidas- representa la hoja de ruta que regirá los programas de desarrollo mundial durante los próximos años en favor de las personas, el planeta y la prosperidad. La Agenda 2030, con sus 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y sus 169 metas, es un desafío global que concierne a todos, y que está demandando la unión de esfuerzos de países, gobiernos, instituciones y ciudadanía.

En este contexto, la universidad también tiene algo que aportar, y la propia Universidad de Córdoba (UCO) aprobaba en su último Consejo de Gobierno celebrado a finales de junio su particular hoja de ruta para la Agenda 2030 en la UCO. Ello en el marco de los retos marcados por la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas (CRUE, que preside el propio rector de la UCO, José Carlos Gómez Villamandos), y después de constituirse el pasado mes de octubre el grupo UCO2030, integrado por una veintena de miembros de la comunidad universitaria, entre personal docente e investigador, de administración y servicios, y estudiantes, bajo la coordinación del Área de Cooperación y Solidaridad de esta universidad. Un grupo que desde principios de año ha debatido la citada hoja de ruta, y que actualmente está elaborando un diagnóstico de lo que desarrolla la UCO en aspectos que están relacionados con los 17 ODS, según explica Tomás de Haro, director del Área de Cooperación y Solidaridad, ya que «algunas cosas se están ya haciendo, aunque queda mucho por mejorar».

El documento aprobado marca seis líneas de actuación: una declaración de compromisos institucionales; la conformación de un grupo multidisciplinar para la coordinación y proposición de acciones -el ya citado UCO2030-; la realización de un análisis comparativo entre los ODS y las políticas, estructuras y actividades propias de la Universidad; la elaboración de propuestas generales para alinear dichas políticas, estructuras y actividades con la Agenda 2030; el establecimiento de objetivos propios relacionados con los ODS, con mecanismos de rendición de cuentas, «que vendrá después del primer diagnóstico que estamos elaborando», indica Tomas de Haro; y una estrategia para jugar un rol activo en la alianza global en pro de la Agenda 2030 a través de cooperación en redes locales, regionales, nacionales e internacionales.

En concreto, la declaración de Compromisos de la Universidad de Córdoba en el marco de la Agenda 2030 de Desarrollo Sostenible aprobados señalan ocho compromisos, como el que la UCO trabajará en la divulgación y asesoramiento a la comunidad universitaria sobre el proceso de implementación de la Agenda 2030; e incorporará de manera transversal los principios, valores y objetivos del Desarrollo Sostenible a las políticas y actividades que desarrolle. Igualmente, incluirá competencias relacionadas con un desarrollo sostenible e inclusivo en la formación. Además, trabajará en la generación y transferencia de un conocimiento comprometido con el desarrollo sostenible, ofrecerá a la sociedad «los espacios y contextos singulares de la comunidad universitaria para la puesta en marcha de proyectos innovadores para abordar los retos de la Agenda 2030», y fortalecerá el vínculo con otros agentes para el establecimiento de redes que favorezcan la consecución de los objetivos previstos.

«La articulación de debates públicos y abiertos en torno al desarrollo sostenible, la Agenda 2030 y la gobernanza universitaria en el contexto local, regional, nacional e internacional» y la elaboración de informes sobre la relación de los ODS con cada ámbito universitario, «así como de la situación de cada uno de los ODS en la Universidad de Córdoba», son los dos últimos compromisos de esta relación.

No en vano, y como afirma esta particular hoja de ruta de la UCO, «el logro de las metas recogidas en la Agenda 2030 no dependerá solo de lo que las universidades hagan, pero está claro que sin el concurso de la universidad es difícil que los ODS sean una realidad».