Aunque preservar la capa de ozono (O3) en las altas capas de la atmósfera es vital, este gas es perjudicial a nivel del suelo, y, entre otras consecuencias, estudios epidemiológicos muestran que el ozono, así como otros contaminantes generados por el tráfico, pueden tener relación directa con la rinitis alérgica, asma y dermatitis. En esta línea, el aumento de la contaminación del aire, sobre todo en entornos urbanos, ha hecho proliferar los estudios acerca de la relación entre contaminación y alergia y, concretamente, del impacto de la contaminación en una de las afecciones derivadas de la alergia: la rinitis alérgica. En busca del consenso internacional sobre el tratamiento de la rinitis alérgica agravada por la exposición a contaminantes, el Comité sobre Aerobiología, Cambio Climático y Biodiversidad de la Organización Mundial de la Alergia (WAO por sus siglas en inglés), ha publicado recientemente un estudio en el que se discute la posible influencia de los factores ambientales presentes en el aire (contaminantes químicos y biológicos) en el desarrollo de las alergias.

En este estudio ha participado, entre otros, la profesora Carmen Galán, catedrática del Departamento de Botánica, Ecología y Fisiología Vegetal de la Universidad de Córdoba (UCO), junto a personal investigador de EEUU, Francia, Italia, Brasil, Japón, Alemania, Colombia, México, Líbano, Bulgaria, Argentina, Israel y Tailandia; y en él se evidencia que la contaminación ambiental puede agravar la enfermedad alérgica de las vías respiratorias.

Por otro lado, estudios recientemente publicados ponen de manifiesto que los contaminantes no son sólo responsables de problemas relacionados con la inflamación, sino que también son determinantes (junto a los alérgenos), en la aparición de las enfermedades alérgicas.

De esta manera, la reducción de la exposición a contaminantes como el O3 y la reducción de emisiones procedentes del tráfico a través de prácticas de movilidad sostenibles parecen, por tanto, fundamentales. Estas medidas y una medicina preventiva adecuada serían, según Carmen Galán, «las mejores formas de tratar de resolver el problema de las alergias», una enfermedad que afecta a una importante parte de la población cordobesa.