--¿Cuáles son los principales problemas que ha observado como institución/empresa/asociación durante esta crisis?

--La principal preocupación en Palmanaranja ha sido la seguridad de las personas. Al principio fue un poco caótica la situación del desplazamiento de las cuadrillas al campo y, en almacén, tampoco había unas normas muy especificas, por lo que, buscando la seguridad, han sido las propias empresas las que han intentado proponer medidas razonables de seguridad para las personas.

--¿Qué medidas han adoptado para hacer frente a la crisis sanitaria?

--En el campo se han respetado las prescripciones para el traslado. En almacén, a pesar de la falta de dispositivos personales al principio, se han llevado a cabo reestructuraciones del sistema de trabajo para limitar el contacto, se dotó a los trabajadores de epis y se ha sido lo más flexible que se ha podido con las situaciones personales. Se continuado trabajando, pues el mercado ha seguido demandando naranjas y las empresas han tenido que diseñar sistemas para mantener el ritmo de producción y extremar la seguridad de las personas. Y la verdad, hay que felicitar a nuestras empresas y en especial a los trabajadores y trabajadoras que han seguido produciendo, exponiéndose, para mantener una industria vital para el Valle del Guadalquivir y para que no faltase al resto de la sociedad española y europea, una fruta tan necesaria como la naranja.

--¿Qué piden a las administraciones para volver a la nueva normalidad?

--Hay que es volver a una situación sanitaria lo más próxima a la normalidad posible, pero hay que reactivar la economía y se debe generar un clima de colaboración a todos los niveles para que sea lo más eficaz posible. Pedimos que haya interlocución, en este caso, con el sector productor y comercializador de cítricos como el que representamos. Además pedimos que sirva esta crisis para apreciar el valor que tiene en una alimentación sana la naranja y reivindicar el papel que se hace desde los almacenes comercializadores que han seguido abasteciendo a los mercados, manteniendo la economía local y comercializando el producto de los agricultores.

--¿Por qué hay que consumir productos cordobeses y qué valores destacaría de la agricultura y ganadería cordobesas?

--La industria agroalimentaria cordobesa es muy diversa y ofrece productos de muchísima calidad. Tenemos una gran suerte. Hay que reivindicar el consumo del producto local, incluso como producto europeo frente al de terceros países, como factor de reactivación económica.