Varias son las ciudades que en los últimos años han impulsado colmenas municipales. El Ayuntamiento de Valencia es uno de los que ha apostado por un innovador proyecto de apicultura urbana a través del Servicio de Jardinería, una iniciativa que ha permitido crear una colonia controlada de abejas formada por 800.000 insectos, con 20 colmenas y más de 40 enjambres naturales repartidos por distintos parques y cementerios.

La idea surgió en el 2015, a raíz de una colaboración con el Departamento de Bomberos para la retirada de un enjambre ubicado en un árbol.

Mediante la Red de Recuperación de Enjambres Urbanos, viene recuperando unos veinte de media al año, además de los «rescatados» por el personal del observatorio del árbol en árboles o instalaciones de las áreas verdes de Valencia. Y ha creado hasta un Consejo Asesor de Apicultura Urbana con representantes de las universidades, del sector apícola, de los diferentes sindicatos agrarios y representantes de la Asociación de Defensa Apícola, así como por los Bomberos y personal de Protección Civil y del servicio de Jardinería. Todo sea por las abejas.