En julio de 1987, la Agencia del Medio Ambiente inauguraba junto al parque forestal de Los Villares una nueva pista de aterrizaje en la que había invertido 12 millones de pesetas, con la que sumaban cinco pistas distribuidas por todas las comarcas con importante masa forestal. Como en el caso de otras pistas, esta también contaba con un sistema automático de suministro de agua, con 60 metros cúbicos de capacidad, que permitiría una actuación inmediata.

En el 2006, sin embargo, la Consejería de Medio Ambiente de la Junta cerraba al uso de aviones de toma en tierra la pista de los Villares. Esta decisión, que se tomó en agosto, en un periodo de máximo riesgo para la propagación de un incendio forestal, tuvo lugar tras la elaboración de un informe interno en el que se utilizaba la normativa de aeródromos civiles para aplicarse a una pista que desde su entrada en funcionamiento no hubiese tenido ningún incidente o accidente. Esta legislacion recoge que las plataformas deben tener una longitud mínima de mil metros (frente a los 700 de Los Villares), la pendiente máxima no puede superar el 2% (mientras que la de los Villares es del 7%) y que la anchura ha de superar los 60 metros, cuando en la pista cordobesa es de 25. Sin embargo, ese mismo año volvió a reabrirse y después fue utilizada con permisos provisionales, considerándose como pista auxiliar. Los vecinos de la Sierra de Córdoba han pedido en reiteradas ocasiones que se reabra la pista de Los Villares para el aterrizaje y despegue de los aviones que se utilizan en el plan Infoca, ante el «riesgo evidente de incendios».

Pero dicha pista no se utiliza para el uso de aviones del Infoca desde el año 2011, aunque sí para casos extremos. La Consejería de Medio Ambiente asegura que «ante la dificultad para encontrar unos terrenos alternativos para el establecimiento de un aeródromo en la Sierra de Córdoba, se está en proceso de instalación como helipuerto y cada campaña de incendios forestales se posiciona un helicóptero de transporte y extinción en Los Villares».