DETENIDO EN MIAMI

Las tres pruebas contra David, el hombre que cruzó Europa para matar a su mujer en Madrid

Una investigación del FBI y la policía española permite detener al marido de Ana Henao, desaparecida desde el 2 de febrero

Ella, Ana María Henao, había llegado a Madrid a finales del año pasado para romper con su marido, David Knezevich. Pero él cruzó media Europa desde Serbia para hacerla desaparecer, el pasado 2 de febrero. La investigación de la Policía Nacional y el FBI ha permitido detenerlo el pasado sábado en Miami y acusarlo de secuestro. Solo él sabe dónde está Ana María, con la que llevaba casado 13 años y de la que no aceptó nunca divorciarse.

Ana María Henao fue secuestrada en su piso de Madrid el pasado 2 de febrero. El autor del secuestro fue, según las pruebas recabadas por los investigadores, su marido y socio en una exitosa empresa en Miami, David Knezevich. Tres son las pruebas principales contra el hombre. La primera es la grabación de las cámaras de seguridad del portal donde vivía Ana.

Ana María, desaparecida desde el pasado 2 de febrero en Madrid

PI Studio

Un tatuaje en la muñeca

Horas antes de que fuera secuestrada, un hombre que ocultaba su rostro con un casco de moto cegaba con spray de pintura negra la cámara del telefonillo y la del interior del portal. El análisis de esas imágenes muestra la piel blanca de la muñeca del hombre que rocía la cámara. En ella se ve un tatuaje. Es el mismo que tiene David Knezevich en su muñeca.

La segunda prueba contra el marido de Ana procede también de las grabaciones de esas cámaras. El spray no consiguió cegar totalmente una de ellas, que captó esa noche a un hombre identificado como David Knezevich saliendo del piso de su mujer y acarreando una gran maleta. No hay rastro de Ana en las imágenes ni tampoco en su piso.

La tercera prueba obtenida por la policía española es la grabación de otra cámara de seguridad, instalada en una tienda madrileña. Allí acudió David Knezevich a comprar el spray de pintura que utilizaría para intentar borrar el rastro de su paso por Madrid.

Sin polígrafo

Desde la desaparición de su mujer, Knezevich habia proclamado su inocencia y residía en Serbia, su país de origen. Eso sí, se había negado a someterse a la prueba del polígrafo, tal y como le solicitó el FBI.

Los investigadores descubrieron además que, tras la desaparición de Ana, el hombre había empezado a vender propiedades inmobiliarias en Florida. El patrimonio de la pareja, socios en una empresa tecnológica, superaba los 15 millones de dólares. La mujer había planteado un reparto del 50 por ciento para cada uno, algo que el marido rechazaba.

La lucha de la familia y de la asociación SOS Desaparecidos había logrado que un tribunal de Florida paralizara esas ventas y nombrara un administrador. Eso pudo ser lo que precipitó que Knezevich regresara a Estados Unidos.

En coches de alquiler

Las pesquisas del FBI y la policía española han revelado que el hombre cruzó media Europa, casi 2.600 kilómetros desde Belgrado hasta Madrid, utilizando diferentes coches de alquiler. Uno de esos vehículos pudo ser captado por una cámara de tráfico en territorio francés, durante el viaje de ida hacia España.

El pasado sábado fue detenido por agentes del FBI cuando bajó de un avión que le había llevado al aeropuerto de Miami desde Belgrado, con escala en Frankfurt (Alemania). Está acusado formalmente del secuestro de su esposa y los investigadores tratan de que confiese qué hizo con ella desde que entró en su piso de Madrid la última noche que la mujer fue vista con vida.