Salud laboral

Cómo combatir el estrés laboral: "El trabajo no es tu vida. Tu vida comienza cuando sales de trabajar”

La Sociedad Española para el estudio de la Ansiedad y el Estrés insta a las empresas a incorporar programas de prevención para evitar bajas médicas

Los psicólogos advierten de que la sociedad del rendimiento nos hace estar en permanente conexión con el trabajo.

Los psicólogos advierten de que la sociedad del rendimiento nos hace estar en permanente conexión con el trabajo. / 123RF

Olga Pereda

El 19 de febrero de 2018, Malcom Anderson, profesor de la Universidad de Cardiff (Inglaterra) casado y padre de tres hijos, entró en la biblioteca y subió a la última planta, a unos 30 metros de altura. Abrió el ventanal y saltó al vacío. Falleció a última hora de la mañana. En su despacho había dejado una carta explicando los motivos del suicidio: tenía tanto trabajo y tanta presión que había llegado al límite de lo insoportable.

El terrible caso de Anderson demuestra que en todas las profesiones se puede desencadenar el estrés laboral. “A todos nos puede pasar”, corrobora Ismael Dorado, psicólogo y secretario de organización de la Sociedad Española para el estudio de la Ansiedad y el Estrés (Saes). De hecho, en sus jornadas 'Emociones y bienestar', celebradas días atrás, se trató precisamente la importancia de que las empresas tengan programas de prevención del estrés, algo que, según Dorado, brilla por su ausencia en el mercado laboral español.

“Muchos políticos piensan que la solución al estrés de los trabajadores es subir salarios y disminuir las horas laborales. Pero no es cierto”

Ismael Dorado

— secretario de organización de la Sociedad Español para el estudio de la Ansiedad y el Estrés

“Muchos políticos piensan que la solución al estrés de los trabajadores es subir salarios y disminuir las horas laborales. Pero no es cierto”, explica Dorado, que pide a las empresas que incorporen formación para prevenir el estrés, con actividades y talleres para reducir la ansiedad, la resolución de problemas y saber aceptar las críticas. La prevención, insiste el responsable de Seas, sale muy barata. “Por lo que te cuesta un curso de formación te ahorras dos o tres trabajadores de baja médica por estrés”, añade.

Líderes en ansiolíticos

Dada la “nebulosa” que envuelve la salud mental, no es posible saber qué porcentaje de bajas médicas en el entorno laboral tienen que ver con el estrés. Pero Dorado ofrece una pista: “Somos líderes mundiales en ansiolíticos. Tocamos a 2,8 cajas de pastillas por cada ciudadano español”. Y concluye: “Nos hemos acostumbrado a tener personal de baja sin darnos cuenta de que la medida realmente eficaz es prevenir. La prevención aumenta la productividad y sale más barata”.

La prevención, advierte el responsable de Saes, tiene que estar muy bien planteada y ejecutada. No puede quedarse en un papel mojado. El profesor de Cardiff que se suicidó lo hizo, precisamente, cuando la universidad estaba inmersa en la llamada ‘quincena de bienestar laboral’, un programa de nombre bonito para fomentar la salud mental del cuerpo docente y el alumnado pero que se limitaba a un simple paseo en bicicleta, según recuerda el divulgador James Davies en 'Sedados' (Capitán Swing), un demoledor ensayo que revela cómo el capitalismo moderno es el verdadero responsable de la crisis de la salud mental.

Sociedad del alto rendimiento

Otro aspecto fundamental de la prevención del estrés laboral, según Saes, es combatir la sociedad del rendimiento, algo que “nos hace esclavos” y nos obliga a estar en permanente conexión y productividad laboral. Lo refleja a la perfección la película tailandesa 'Heart attack' (2015), cuyo protagonista es un diseñador que se pasa, literalmente, las 24 horas del día trabajando. No come, no duerme y no vive. Pero produce. Hasta que colapsa.

“El trabajo no es tu vida. Tu vida comienza cuando sales de trabajar”, enfatiza el psicólogo Dorado, quien pide a los empleados darse cuenta de la importancia que tiene aprovechar el tiempo libre, desde dar un paseo hasta tumbarse en el sofá, practicar deporte, o dedicar parte de la agenda a la vida emocional: familia y amigos.