Joaquín Benítez, el exprofesor de educación física del colegio de los Maristes Sants-Les Corts en Barcelona que confesó abusos sexuales a antiguos alumnos del centro, quedó ayer en libertad provisional con cargos, por orden del magistrado tras prestar declaración.

El juez le ha prohibido la salida del territorio español, le ha retirado el pasaporte, ha acordado que comparezca semanalmente en comisaría y le ha vetado realizar actividades educativas, culturales, recreativas o de cualquier otro tipo con menores.

El principal denunciante que abrió este caso, el padre de una víctima que padeció abusos entre los años 2006 y 2010 por parte de Benítez, mostró su indignación ante la resolución judicial: "Soy incapaz de entenderlo".

A SUS ANCHAS Joaquim Benítez campó a sus anchas durante 35 años en el colegio barcelonés donde se ha destapado su caso. E incluso tras confesar que había abusado al menos de un menor en 2011, siguió en libertad y manteniendo contacto con niños de 12 a 17 años, trabajando de monitor en diversos pueblos de la provincia de Gerona. La justicia no se lo ha impedido.