Mariscos son los animales marinos invertebrados, especialmente los crustáceos y moluscos comestibles.

Mariscada es una comida constituida principalmente por marisco abundante y variado, festín que suele venir a nuestras mesas dos veces al año y en fechas opuestas: Navidad y entrada de verano. La primera -diciembre o enero- cumple las reglamentarias condiciones -meses que lleven “r”- exigidas tradicionalmente para las óptimas condiciones de frescura y sabor del marisco. La segunda, en verano, no tiene “r” más que en un mes, pero da pie y protagoniza algunas de las reuniones y despedidas vacacionales, que mantienen a tope las agendas de los restaurantes playeros.

Otra ocasión de mariscada, casi obligatoria y en cualquier época del año, es la culminación del camino de Santiago, en Santiago de Compostela, naturalmente. Y otra, también en cualquier momento, cuando a alguien le toca la lotería o, siendo acaudalado, quiere tirar la casa por la ventana.

Todos guardamos en la memoria alguna convidada de este tipo, aunque sea de película, como la que tiene lugar en la serie de televisión Los gozos y las sombras, cuando las fuerzas vivas del imaginario pueblo gallego de Pueblanueva del Conde, dan cuenta en el casino de una extraordinaria mariscada a expensas del cacique.

También hay mariscadas caseras: desde las servidas a domicilio por empresas que ofrecen sus servicios en internet, hasta las que se obtienen fácilmente en los arcones congeladores de los supermercados, ya cocidas y preparadas, o las que se adquieren en la pescadería, por encargo o seleccionando personalmente los mariscos entre las ofertas del día.

En cualquiera de los casos, se pueden diseñar tres modelos distintos de mariscadas: marisco solo, sin más guarniciones o adornos, ni más principio o fin, como gambas, langostinos, cigalas, percebes, nécoras, ostras, langosta, buey de mar...

Marisco elaborado, por ejemplo, mejillones cocidos al vapor aderezados con salsa vinagreta compuesta, que lleve picadillo de cebolla, tomate y pimiento verde; sopa de gambas y fideos; cazuela de patatas con choco; cogollos de lechuga rociados con gambas al ajillo; cardos con almejas de carril; calamares fritos; salpicón; pulpo a la gallega, espolvoreado con sal gorda y pimentón...

La mariscada mixta comparte platos de los modelos anteriores y, para ampliar el abanico, las salsas mahonesa, holandesa y muselina hacen un buen trabajo.

No puede faltar un buen vino acompañante para el marisco, por ejemplo, un blanco frutal y aromático de Valdeorras, elaborado con la variedad de uva godello.