una de las páginas de internet más famosas en astronomía es APOD, Astronomy Picture of the Day (Imagen Astronómica del Día) de NASA. Cada día multitud de personas se asoman a ella para descubrir un trocito de nuestro Universo con una foto impactante acompañada por una breve descripción. Por ese motivo muchísimos astrónomos aficionados y astrofísicos profesionales envían sus contribuciones a APOD esperando aparecer en ella.

Justamente el martes de esta semana, 14 de noviembre, la imagen protagonista de APOD fue conseguida desde nuestro país por astrofísicos españoles. Se trata de esta inusual toma del famoso cúmulo abierto de las Pléyades (M 45), que destaca en las noches de otoño. Localizado dentro de la constelación zodiacal de Tauro (el Toro Celeste), las Pléyades poseen una larga tradición en mitologías y culturas antiguas de toda la Tierra, pasando por los incas (quienes las usaban para marcar el inicio de su calendario) hasta la tradición celta que derivó en Halloween (Las Pléyades representando a los espíritus de antepasados llegando al punto más alto del cielo a medianoche de finales de octubre).

En realidad, las Pléyades es un cúmulo estelar abierto que contiene estrellas calientes y azules pero no muy masivas. Se crearon hace unos 100 millones de años de una nebulosa ya perdida y seguirán juntas unos 250 millones de años más, antes de perderse cada estrella dentro de la Vía Láctea. Se estima que se encuentra a unos 440 años luz de la Tierra.

Casualmente, las Pléyades están atravesando ahora una nube de polvo y gas difuso. En fotografías anteriores se veía esa “nebulosidad” brillando en azul (la luz reflejada de las estrellas de las Pléyades, también aparece claramente en esta imagen), por lo que originariamente se pensaba que era el resto de la nebulosa de la que nacieron. Esta fotografía, que es el resultado de combinar 60 exposiciones de 90 segundos usando un teleobjetivo de 200 mm a f1/8 (muy luminoso) y una cámara CANON 6D instalada sobre el telescopio TAD (Telescopio Abierto Divulgación), ubicado en el Observatorio del Teide (Izaña, Tenerife), muestra sobre todo el gran contenido en polvo que posee esta región del cielo. En concreto, se trata de la Nube Molecular de Tauro (TMC por sus siglas en inglés), una zona extensa de gases y polvo en el espacio compuesta sobre todo por hidrógeno molecular y helio. Aparece en colores rojizos porque el polvo absorbe casi toda la luz azul. Como extra, en la parte inferior izquierda, también se observa el cometa C/2015 ER61 PanSTARRS, descubierto el 21 de enero de 2016.

Esta imagen forma parte del proyecto Galáctica del Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC) y liderado por el astrofísico Miquel Serra-Ricart (IAC). El fin es obtener un mosaico gigante de la Vía Láctea para usar con fines divulgativos. Lo que le diferencia de otros cartografiados similares es que, por primera vez, no se hace con telescopios de los grandes observatorios profesionales, sino con métodos de astrónomos aficionados. Sin duda, Galáctica otorgará pronto más imágenes espectaculares del firmamento.