El pasado jueves, organizado por el Aula del Olivo, que preside Manuel Mª López Alejandre, tuvo lugar el quinto Concurso Ibérico de Aceites de Oliva Vírgenes Extra, al que han concurrido ciento veintiuna muestras de Portugal y España peninsular e insular.

Los aceites, frutados verdes, frutados verdes no amargos y frutados maduros, con denominación de origen o indicación geográfica protegida o sin ellas o ecológicos, fueron valorados en cinco mesas de cata, formadas cada una de ellas por cuatro personas expertas: diez hombres y diez mujeres, once contando a la directora de la cata, María Isabel López Infante.

La ficha de cata para valorar los aceites es bastante parecida a la que se utiliza en las catas de vino, menos en lo que respecta a la fase visual, que no existe, puesto que para servir los aceites se utilizan unos recipientes opacos de color azul.

Por lo demás, en la fase olfativa se analizan aspectos como el frutado de aceituna, otros frutos, verde -hierba/hoja- otras sensaciones positivas y la armonía.

En las sensaciones gustativas y retronasales, se observan el frutado de aceituna, el dulce, el amargo, el picante y, de nuevo, el verde, otras sensaciones positivas y la armonía.

La cata concluye con la sensación final olfato-gustativa, que atiende a la complejidad y la persistencia. Las calificaciones obtenidas -sobre una puntuación de cien- determinan los Premios Gran Mezquita Oro, Mezquita Oro, Mezquita Plata y Mezquita Bronce.

Hay también premios especiales del Ayuntamiento, de la Diputación, del Aula del Olivo y el Premio Elio Berhanyer, que concede el gran diseñador de la moda a la botella más elegante y mejor presentada.

Hago esta descripción tan detallada por la trascendencia que tienen estos premios, que como los Mezquita dedicados al vino, llevan el nombre de Córdoba a todos los países del mundo: los ganadores reciben diplomas, y ellos mismos se ocupan de difundir los éxitos obtenidos, aparecen noticias sobre sus almazaras en todos los medios de comunicación, y las botellas están presentes en las estanterías de los espacios gourmet de las grandes superficies y de los mejores comercios dedicados a la alimentación.

Todos los productos de este concurso ibérico de aceites de oliva vírgenes extra van etiquetadas con las medallas autoadhesivas correspondientes, que acreditan el galardón.

En esta quinta edición del certamen, este año, también llevan los productos ganadores el nombre del yacimiento arqueológico de Medina Azahara, como muestra de apoyo a la única candidatura española presentada para su inclusión en la lista de Patrimonio Mundial de la Humanidad de la Unesco.