Qué es ese lucero brillante de color blanquecino que se observa hacia el este al principio de la noche? Se trata de Júpiter, el mayor planeta del Sistema Solar. Un gigante de gas tan grande que 1.317 planetas Tierra entrarían en su interior. Lo vemos brillar de esa forma tan intensa estos días porque Júpiter y la Tierra se hayan, en cierta forma, «alineados» con el Sol, de tal manera que la distancia entre la Tierra y Júpiter es mínima. En la jerga astronómica, decimos que Júpiter está «en oposición» (ocurrió el 7 de abril). Precisamente estas fechas son las mejores del año para disfrutar del planeta bautizado en honor a Zeus, el padre de los dioses del Olimpo.

A una distancia de unos 670 millones de kilómetros de la Tierra, localizado en el centro de la constelación zodiacal de La Virgen (Virgo), Júpiter ofrece todas las noches un espectáculo de movimiento lento pero imparable, con el gran contraste que suponen las bandas oscuras y las zonas claras de su dinámica atmósfera, su evolución en sOlo unos minutos (Júpiter gira sobre sí mismo en menos de 10 horas), el paso de la Gran Mancha Roja, su enorme tormenta anticiclónica tan grande como dos planetas Tierra, y la translación de los satélites galileanos a su alrededor. La visión de Júpiter a través de un pequeño telescopio nos ofrece todo esto en continuo movimiento, con la gran ventaja añadida de que la observación de este planeta no se ve impedida por la nefasta contaminación lumínica, así que puede realizarse sin problemas desde la ciudad.

Las técnicas y los modernos equipos instrumentales que los astrónomos aficionados tienen en la actualidad permiten obtener imágenes y películas timelapse de Júpiter que muestran detalles exquisitos. En muchas ocasiones son los propios astrónomos aficionados los que descubren «algo extraño» en las capas de nubes del planeta gigante: una nueva tormenta o, a veces, el rastro de la colisión de un asteroide o cometa con las nubes. Como práctica de astronomía básica para estudiantes de Secundaria, Bachillerato y universidad, el estudio del movimiento de los satélites de Júpiter durante varias noches permite calcular la masa del planeta (318 veces la masa de la Tierra) aplicando las Leyes de Kepler.

Pero Júpiter guarda aún muchos misterios. El rey de los planetas ha influido notablemente en la evolución del sistema solar. Tal es así que no podemos entender bien el origen de nuestro sistema planetario, incluido el origen de la Tierra, sin entender cómo se formó Júpiter, de qué está hecho, cómo es su estructura interna, y exactamente cómo se origina su intenso campo magnético. Precisamente éstas son las preguntas que está intentando resolver la sonda espacial Juno (NASA) que desde julio del año pasado está orbitando Júpiter. La imagen es una fotografía de los detalles que está observando Juno en las nubes de Júpiter. Se observa justo el límite entre una banda oscura (izquierda, colores rojizos) y una zona clara (derecha, colores blanquecinos). Esta imagen se obtuvo el 27 de marzo como parte de un proyecto de ciencia ciudadana que busca involucrar a la sociedad en el estudio de este fascinante planeta gigante.

(*) El autor, astrofísico cordobés en Australian Astronomical Observatory / Macquarie University y miembro de la Agrupación Astronómica de Córdoba, escribe regularmente en el blog ‘El Lobo Rayado’. Puedes seguirlo en Twitter en @El_Lobo_Rayado.