Arval, compañía experta en movilidad, ha alcanzado un acuerdo con la entidad bancaria Cetelem, por el cual ambas compañías del grupo BNP Paribas permitirán a concesionarios y compraventas hacer todo el proceso de compra de vehículos usados procedentes de flotas sin necesidad de adelantar el dinero de la inversión, de manera que puedan salvar así uno de los principales lastres de su negocio: la financiación del stock.

Con esta nueva fórmula de financiación, el concesionario y el compraventa no tendrán que realizar desembolsos ni operaciones de tesorería de ningún tipo, teniendo garantizada una línea de crédito en condiciones por debajo de la media del mercado, siempre que vendan el stock adquirido en un plazo máximo de 180 días; un margen muy amplio, a sabiendas de que es cuatro veces superior el tiempo medio de permanencia.

Al margen de las condiciones financieras, esta póliza permite al compraventa trasladar al cliente final no solo el vehículo, sino toda una serie de servicios adicionales con los que no cuenta un «coche usado corriente». De esta manera, se consigue replicar parcialmente el modelo de movilidad que ofrece un operador de renting.

Por tanto, el compraventa gana también un valor diferencial en un mercado que está tan competido y en el que existe tanto intrusismo como es actualmente el del vehículo de ocasión, donde hoy por hoy más del cincuenta por ciento de las operaciones se realizan entre particulares, sin que medie ningún tipo de contrato, garantía ni historial de mantenimiento.