Los dos edificios son fruta bastante madura» y solo necesitan un empujón final para comenzar a prestar servicio. En estos términos describió el catedrático emérito de la Universidad de Córdoba José Javier Rodríguez Alcaide, portavoz del comité coordinador del Foro 75 Ideas, la situación del Centro de Exposiciones, Ferias y Convenciones, en el Parque Joyero, y del Palacio de Congresos de la calle Torrijos.

Sobre la importancia de concluir las obras y dotar estos espacios de contenido, y los beneficios que estas nuevas infraestructuras reportarán a Córdoba como revulsivo de la industria de encuentros opinaron en esta actividad, organizado por CÓRDOBA y la Fundación Cajasol, la alcaldesa de Córdoba, Isabel Ambrosio, el presidente de la Diputación, Antonio Ruiz; el subdelegado del Gobierno, Juan José Primo Jurado; la delegada del Gobierno de la Junta, Rafi Crespín; el rector de la Universidad de Córdoba, José Carlos Gómez Villamandos; y el presidente de la Confederación de Empresarios, Antonio Díaz.

Ambrosio insistió en su «sí rotundo a que hay que concluir lo que ya está puesto en marcha» y recordó que «no ha habido consenso en plantear cuáles son los equipamientos necesarios para abordar ese reto que es la industria de encuentros». En esta línea, manifestó que «a partir de ahora tenemos opciones de consensuar si no el número de equipamientos, el uso que se le va a dar», y comentó que «el CEFC tiene que ser un equipamiento en el que quepa absolutamente todo». La regidora municipal aprovechó este espacio para afirmar que «es muy difícil que no ocurran cosas como las que le ha pasado al Palacio de Congresos y al CEFC cuando tienes que licitar una obra con una Ley de Contratos como la que tenemos, donde lo que pesa mayoritariamente es una cuantía que acaba en euros».

Antonio Ruiz instó a «comprometernos todas las administraciones a que esas infraestructuras necesarias tienen que ser una realidad acabada lo más pronto posible, y para eso hacen falta recursos económicos». De otro lado, el subdelegado del Gobierno recordó que «lo que hoy es el CEFC era un pabellón enorme que apenas tuvo un par de días de uso», por lo que indicó que «en los equipamientos de Córdoba hay que programar actividades para que sean rentables social y económicamente».

Rafi Crespín aludió al Palacio de Torrijos e insistió en que «Tragsa terminará la obra y pienso que es totalmente complementario con el CEFC», a lo que añadió que «lo pasado, pasado está». La delegada del Gobierno coincidió en que «el contenido es lo que nos permitirá darle futuro a ese tipo de economía» e hizo hincapié en que «hemos hecho partícipes a los agentes sociales y económicos».

De otro lado, José Carlos Gómez Villamandos subrayó que «en la Universidad de Córdoba movemos muchísimos congresos al cabo del año y muchas veces nos hemos encontrado con dificultades de alojamiento», manifestando que «hemos llegado a tener situaciones de overbooking realmente importantes» y estimando que «sería una pena» no aprovechar la posición privilegiada de la provincia por sus comunicaciones.

Por último, el presidente de CECO, Antonio Díaz, opinó que «lo pasado, perdido está, porque realmente se ha perdido muchísimo con la falta de estas infraestructuras, nos han ganado el terreno las provincias y las capitales hermanas». Díaz explicó que «los agentes económicos y sociales estamos dando el do de pecho para ayudar a nuestras administraciones a conseguir lo que desde la provincia o desde la capital no es posible». Además, avanzó que «el futuro es alentador», porque Córdoba «tiene un capital empresarial importantísimo de cara a la industria cultural, a la industria de congresos y a las convenciones».