Se puede brindar en cualquier momento y con cualquier bebida, incluso agua, ¿por qué no?, pero la costumbre ha derivado en hacerlo con cava y al final de la comida, durante los postres. Los cavas son vinos espumosos naturales, cuyo proceso de elaboración y crianza, desde la segunda fermentación hasta la eliminación de lías, transcurre en la misma botella utilizada para el tiraje. Constituyen una Denominación de Origen que no está circunscrita a una zona geográfica concreta. Acoge a numerosos municipios de Cataluña, Valencia, La Rioja, Navarra, Extremadura, Aragón, Castilla y León y País Vasco.

Debe servirse en copas tipo flauta, para que se puedan ver las burbujas, finas y persistentes, ascendiendo verticalmente desde el fondo hasta la superficie. La botella debe descorcharse despacio y sin ruido -lo del taponazo es una ordinariez- dejando que el gas escape poco a poco. Al servirlo, la copa se inclinará ligeramente para que no se forme demasiada espuma.