La Asociación Provincial de Joyeros cumplió 40 años el mes de septiembre del 2017, un tiempo en el que este colectivo ha dado continuidad y ha realzado un gremio con siglos de historia en Córdoba. Además, la asociación ha contribuido a consolidar una industria que siempre ha tenido un peso específico para la generación de empleo y riqueza en la ciudad. En estas cuatro décadas, ha tenido siete presidentes y ha pasado por momentos de esplendor y crecimiento y por otros más complicados, pero el buen hacer de sus integrantes y del colectivo en su conjunto, muy castigado por la crisis económica, ha permitido remar para salir a flote.

Hoy en día, la asociación es la cabeza visible de un sector que ha ganado en profesionalización, diseño e innovación, y que ha hecho posible que la joya cordobesa siga siendo un producto admirado y alabado, no solo en el resto de España, sino en los mercados internacionales, donde cada vez está más presente.

El sector de la joyería es uno de los pilares imprescindibles de la economía cordobesa. Según la propia Asociación, se trata de un colectivo compuesto por unos 1.000 fabricantes, con volúmenes de negocio de tamaño pequeño y mediano. Se calcula que la joyería da trabajo en Córdoba a unas 15.000 personas, entre empleos director e indirectos. El negocio joyero representa aproximadamente el 20% del total del tejido industrial de esta provincia, con más de 1.000 empresas en activo. La exportación de la prestigiosa joya cordobesa se encuentra situada en tercer lugar de la exportación de los productos fabricados en la provincia.

Para la presidenta de la Asociación Provincial de Joyeros, Milagrosa Gómez, este reconocimiento ha llegado en un «momento económico difícil para el sector» por lo que «nos ha llenado de buenas sensaciones y ha sido muy reconfortante». En su opinión, la microeconomía todavía no ha percibido la mejora económica, pero «somos un sector muy inquieto e innovador» y espera que todo mejore en breve.