Hola abuelo, ¿qué tal por allí arriba? Seguro que bien, siempre has sido alguien increíble y sé que lo sigues siendo. Siempre me has contado tus historias de marinero, y ahora ese marinero ha emprendido un viaje en su barco hacia un lugar precioso, me gustaría estar contigo, pero así es la vida. Las mejores personas son las que antes se van, 93 años, se dice pronto ¿eh? No sabes lo orgulloso que estoy de ser tu nieto y de haber compartido mi vida contigo. Quizás sea una de las pérdidas más dolorosas que tenga en mi vida, pero no lloro de tristeza, lloro de alegría de saber que algún día volveré a verte y esa vez sí será para siempre. Recuerdo que la última vez que te vi sonreír fue en ese momento cuando un abrazo tuyo me dijo que tu memoria aún estaba contigo, aunque con el paso de los días comenzaba a ver cómo te ibas definitivamente. Hasta que un día llegó el final. No sé cómo pasó. No sé en qué momento comenzaste a enfermarte y perder fuerzas, aunque no querías demostrarlo. Siempre fuiste esa persona fuerte que no quería mostrar debilidad ante sus seres queridos para no preocuparlos, pero simplemente en tus últimos días ya no pudiste ocultarlo. Los días se hicieron eternos y tu luz de desvanecía. Debo admitir que fue duro saber que ya no estarías, pero la alegría venía cuando podía notar que no habías dejado de ser tú mismo, que aún hacías bromas y eras tan cordial como siempre. Con esto me despido con un ¡hasta pronto marinero!. Yo algún día también zarparé en mi barco, pero ahora toca seguir sabiendo que no estás aquí conmigo. Sé que brilla una estrella más en el cielo y estoy seguro de que será la más grande de todas. Cuídate mucho abuelo. Te quiero. Luis Luna Montoya

(Diego Luna Eslava falleció en Fernán Núñez el pasado día 2 de diciembre del 2017)