Nicole Kidman está viviendo un año plagado de éxitos. En primer lugar, la nominación al Oscar a principios de año por el drama de Lion. Después, su aparición en la serie Big Little Lies de la cadena HBO. Y, por si fuera poco, la actriz fue la gran estrella del pasado festival de Cannes, en el que presentó nada menos que tres títulos: La seducción, de Sofía Coppola; How to talk girls at parties, de John Cameron, y The killing of a sacred deer, de Yorgos Lanthimos. Los fotógrafos que acudieron a cubrir el certamen estaban encantados con ella y con cada una de sus apariciones, a cual más estelar en todos los sentidos.

Todas estas alegrías laborales se suman a su plenitud en su vida personal. Atrás quedaron ya los rumores desatados sobre una crisis matrimonial. La actriz vive un intenso romance con su marido, el músico de country Keith Urban. Por todo esto no es de extrañar que la intérprete se haya mostrado tan positiva y optimista respecto a su reciente celebración de su 50 cumpleaños.

Kidman ha acudido esta semana al estreno de la próxima serie en la que aparecerá, Top of the lake, y a la pregunta sobre su edad, la actriz respondió que se sentía «muy agradecida».

«Bueno, acabo de cumplirlos (los 50 años). Y lo hago con gratitud. Estoy genial, muy feliz de estar en este punto, y haber vivido un año como este me hace llorar de felicidad, porque este año, con todas estas cosas que han surgido casi al mismo tiempo, ha sido fenomenal. No sé cómo ha ocurrido porque no ha sido algo planeado. Me ha sido concedido así. Y yo estoy muy, muy agradecida. Nada de esto pasa desapercibido para mí», explicó.

La protagonista de Las horas ha querido remarcar nuevamente la importancia que el amor tiene actualmente en su vida. «Dar amor y recibirlo, y estar dispuesta a aportar, a tender la mano, a decir que lo sientes… Todas estas cosas te hacen ser partícipe y no un voyeur», dijo Kidman.

En la entrevista, la actriz destaca la importancia de actuar para que las cosas pasen y dejar de esperar. «Me encanta ser capaz de servir de apoyo y conseguir hacer cosas. Me gusta poder decir ‘sí, somos capaces de hacerlo’. Me encanta ver que las cosas ocurren de verdad. Me estanco mucho cuando escucho a la gente decir que van a pasar cosas, ¡mejor vamos a hacer que ocurran! Me gusta más hacer algo que hablar sobre ello», subrayó.

Respecto a su faceta como productora, Kidman reconoce sus dificultades. «Nunca es fácil. Tienes que convencer a la gente para que invierta dinero, convencerles de que va a funcionar bien. Tienes casi que engañarte a ti misma para pensar que va a funcionar, porque si lo piensas en serio dices ‘oh, Dios, ¿qué estoy haciendo?’ Por eso que intento siempre lanzarme y no analizar las cosas demasiado, porque acabas acobardándote».

En cuanto al secreto de su belleza, además de por supuesto los retoques estéticos que no menciona, la artista confiesa dos de ellos, el «amor» y la gratitud.