Expectación ayer en la localidad mallorquina de Sóller. Los Reyes Felipe y Letizia aparecieron en la plaza de la Constitución con sus hijas, Leonor y Sofía, saludando a varios vecinos e incluso fotografiándose con ellos. Acudían al museo modernista Can Prunera a visitar en privado la exposición Picasso y Miró, la historia de una amistad. Allí les esperaban los nietos de los artistas Bernard Ruiz Picasso y Joan Punyet Miró.

Durante la visita, de unos 45 minutos, los cuatro miembros de la familia real estuvieron contemplando una foto histórica de los dos artistas, también un vídeo que data de 1958, inédito hasta ahora, de la vida cotidiana en la casa de Picasso en Francia en la que se ve a los dos artistas caracterizarse.

El Rey tuvo ocasión de contemplar algunos bocetos de El Guernica y al leer unos manuscritos de Picasso, comentó: «La letra es una obra de arte en sí misma». Después, cuando contempló la litografía Jeu de la Cape (1961), pidió a sus hijas que se fijaran en todo lo que el artista había conseguido plasmar «con dos trazos». Por su parte, la Reina animó a las pequeñas a hacer alguna pregunta, pero estas se limitaron a seguir las explicaciones. A la salida, como los informadores insistían en obtener una respuesta de labios de las niñas, la Reina agregó: «Les ha gustado mucho la exposición y no busquéis titulares».

Esta ha sido la segunda vez en la que se ha podido ver a los Reyes con sus hijas durante sus vacaciones en la isla, tras el tradicional posado del lunes en el Palacio de Marivent.