Ayer se cumplieron 2.000 años de la muerte del primer emperador de Roma, Octavio Augusto, sucesor de Julio César, personaje que tuvo un papel preeminente en la integración de Hispania dentro del Imperio a través del respeto de las costumbres autóctonas.

Así lo explicó en una entrevista con Europa Press Nova Barrero, conservadora del Museo Nacional de Arte Romano que ha dirigido el ciclo de conferencias Augusto y su tiempo organizado por este centro, para quien la figura del primer emperador romano fue clave para "rescatar los valores principales de la República".

Octavio recibió una herencia envenenada tras la muerte de Julio César en el año 44 a.C. Junto a Marco Antonio y Lépido, formó un triunvirato que terminó con Lépido en el exilio y el suicidio de Marco Antonio, pasando Augusto a ejercer el poder en solitario y dando inicio a la conocida como Paz Romana.

"La República estaba dando sus últimos coletazos y entraba en crisis, pero Octavio supo rescatar sus valores apoyando al Senado y, en concreto, buena parte de los valores morales de la Roma más antigua", explicó Barrero.

Asimismo, la influencia en España de Augusto ha sido conservada con el paso de los años en el arte e incluso en los cultos religiosos. Octavio Augusto lideró las tropas romanas que pusieron fin a las Guerras Cántabras, así como fundó la Colonia Augusta Emeritana, con Mérida como capital de la provincia lusitana.

"Hispania estaba en el confín del imperio, era su provincia más occidental, pero eso no le impidió a Augusto fundar nuevas ciudades", apuntó la conservadora del Museo Nacional de Arte Romano en Mérida.

Octavio Augusto logró la ansiada Paz Romana al tender la mano a los nuevos pueblos conquistados, respetando sus culturas e incluso sus religiones. "Supo hacer una transición con los territorios que se iban añadiendo, dejándoles continuar con su modo de vida, de modo que se logró una cierta simbiosis en la que los propios pueblos entendían los beneficios de pertenecer al Imperio", señaló Barrero.

Con motivo de este aniversario varias provincias españolas están asumiendo una labor de reconocimiento de la figura de este emperador. El Museo Nacional de Arte Romano de Mérida acoge hasta el 6 de enero del 2015 la exposición Augusto y Emérita . En Córdoba, otra ciudad que conserva importantes vestigios del emperador, se ha celebrado el año Augusto con la realización de varias actividades en el templo romano. También se han organizado en Aragón a lo largo de todo este año conferencias, obras de teatro y talleres.