La camiseta marca estilo, es herramienta reivindicativa, dibuja cuerpos y define a las personas. Un paseo por las calles permite adivinar quién te viene de frente. No hay colectivo sin camiseta. Veganos, glotones, fans de una ciudad, de un país o de un personaje, revolucionarios del Che Guevara, amigos de las sentencias de Woody Allen o de las estampas de los dibujos animados.

Desde el informático que proclama su profesión al provocador que prefiere a Charles Manson antes que a John Lennon con Yoko Ono. Si te tropiezas con un tipo que luce a Bob Esponja y Patricio en el pecho puedes concluir que seguro es de fiar. Pero no sé si lo es también el admirador de Chuck Norris, de Anibal Lecter.

La camiseta es también la exaltación de cualquier pueblo. No hay fiesta patronal sin zamarra.

LOS FAMOSOS / Hay también muchos personajes que han hecho de la camiseta una declaración de principios. ¿Por qué hay tanto actor grunge en Hollywood? Por sus zamarras les conoceréis.

Curioso que Bruce Springsteen no luzca lema alguno en las propias, con la de millones de camisetas vendidas en sus innumerables giras mundiales.

Cuando vean a un actor luciendo marca sepan que está cobrando. Aquí no hay nada gratis. En la primera foto, Victoria Beckham reivindicativa de sí misma, sonriendo hacia adentro. Mira que ha de ser difícil. Sonrían.

Es mucho mejor. Y si no, háganlo desde sus camisetas. Como hacen los admiradores del ilustrador Juanjo Sáez, comprando on line prendas de edición limitada con lema contra la corrupción en el Partido Popular.