La nueva novela de Milan Kundera, La fiesta de la insignificancia , que llega hoy a las librerías, define el alma de esta breve sátira sobre la existencia. Publicada por Tusquets, esta creación es la cuarta novela del escritor checo escrita en francés. Una novela muy esperada, ya que desde La ignorancia , publicada en el 2002, el autor de La insoportable levedad del ser no había publicado nada.

Una novela que puede interpretarse como el resumen de toda su obra y que en Francia e Italia, donde ya ha salido, ha sido un éxito absoluto y donde ha sido calificada por algunos críticos como "una fiesta de la inteligencia" o "una novela alegre y cómica sobre la seriedad". En La fiesta de la insignificancia pasean Alain, que camina lentamente por las calles de París observando los ombligos de las jovencitas entre el borde de los pantalones de cintura baja y las camisetas muy cortas, y Ramón, un viejo profesor que ama ver una exposición de Chagall pero renuncia a hacerlo por las largas colas y que padece (o no) cáncer. Además de Charles, que relata anécdotas de Stalin y las bromas que contaba y de las que nadie se reía y Caliban, que contrata camareros para organizar un cóctel y quien se ha inventado un falso idioma.

Traducida al español del francés por la editora Beatriz de Moura, Kundera pone el foco en el ombligo de las chicas como metáfora de la sociedad de hoy.

El humor inyectado como elemento fundamental para distanciarse de temas graves y dolorosos ha sido una de las constantes de Milan Kundera.

Pues ahí esta nueva creación de Kundera que hoy llena todas las librerías, una novela a la venta en español de un Kundera que vuelve a reivindicar, entre otra muchas cosas más, la contemplación, la lentitud, el juego, la distancia y el humor, contra una sociedad que es cada vez más desmemoriada y está en una profunda decadencia cultural y con una enfermedad como el cáncer flotando en el aire.