Un grupo de 27 narradores --tantos como letras del alfabeto--, convocados por el escritor Juan Francisco Ferré, han querido demostrar que El Quijote «no es letra muerta» homenajeando a su autor con una ficción breve, textos que han sido reunidos en El Quijote a través del Espejo. Ferré ha dicho que este volumen, publicado por EDA Libros y la Universidad de Málaga, “no es solo un homenaje a Cervantes sino al poder de la literatura, un poder que Cervantes descubrió y propagó por el mundo».

Manuel Vilas, Julián Sierra, Ernesto Pérez Zuñiga, Alberto Olmos, Mercedes Cebrián, Ramón Buenaventura y Vicente Luis Mora son algunos de los autores que han tratado de «refrescar» la lectura del Quijote con un relato para cuya escritura se han mirado en El Quijote como si de un espejo se tratara. «Estos relatos responden a los desafíos planteados por Cervantes en El Quijote», sobre todo en la segunda parte, «libro en el que la literatura moderna encuentra su hueco, en el que el Quijote y Sancho ya son celebridades que salen a un mundo en el que se lee ‘El Quijote’ y han de luchar contra el apócrifo de Avellaneda, por lo que la obra se transforma en un juego constante». Lo que sí reivindican los autores convocados es «la ironía, el humor y el desparpajo» de la obra de Cervantes frente «a la tristeza, la amargura y el casticismo» y frente a «una lectura triste sobre la idea del fracaso. H