-¿Por qué decidió presentarse al Consejo de Estudiantes?

-Por varios motivos. En primer lugar, ser miembro de la Junta de Facultad me ha dado una perspectiva más amplia de lo que es el funcionamiento del centro y me ha hecho darme cuenta de lo importante que es para nosotros contar con un órgano que nos informe, asesore y represente de la mejor manera posible. En segundo lugar, el Consejo estaba pasando por un año difícil debido a una presidencia en funciones inactiva en casi todos los aspectos. Esto último ha provocado que los estudiantes no hayan sido correctamente informados acerca de todos los cambios que se están produciendo en la facultad y que les afectan directamente. Esto me llevó a pensar que la forma más rápida de mejorar las cosas era presentarme a la presidencia con un equipo competente y con ganas de trabajar.

-¿Cómo está siendo el relevo?

-Complicado. El hecho de tener una presidencia en funciones durante un año ha generado pérdidas de documentos y desorden en los mismos, falta de atención a las peticiones o errores en la elaboración de actas. Tal situación de interinidad me afectó cuando me convertí en vocal de redes sociales en funciones. Ahora bien, toda esa experiencia me ha permitido conocer mejor la legislación que regula el funcionamiento del Consejo y de los órganos de representación estudiantil. También gracias al apoyo que estoy recibiendo de mi equipo y varios integrantes clave del Consejo.

-¿Qué labor cumple el Consejo?

-Actúa como nexo de unión entre los estudiantes y el resto de la universidad. Desempeña una labor clave dentro de la facultad, que, en opinión de mi equipo y mía, puede y debe ser ampliada.

-¿Algún proyecto en mente?

-Todos los que me propongan los estudiantes y sean viables, además de lograr que la información llegue de una manera más directa y completa al alumno. Para ello, he creado una vicepresidencia dedicada exclusivamente a la comunicación. También vamos a elaborar un nuevo reglamento, ya que no disponemos de uno adaptado a nuestras necesidades. También veo esencial mejorar la formación de los delegados y subdelegados. Por otro lado, el proyecto más complicado, mejorar la gestión del espacio de la facultad y crear nuevas zonas. Y por último, queremos igualar la formación y los servicios que se prestan a los alumnos, tanto los de horario matinal o vespertino, ya que estos últimos están en desventajas en varios aspectos.

-¿Cuál es el balance que haría del alumnado del centro?

-Tengo la impresión de que no se les no se les ha escuchado lo suficiente y, debido a ello, puede que hayan llegado a percibir al Consejo como un cuerpo extraño, ajeno a su día a día. Es esencial que el Consejo de adapte a los estudiantes y no al revés. Así lograremos cambiar una de las dinámicas actuales más preocupantes: su baja participación en la elección de sus representantes y su implicación en el funcionamiento de la facultad.

-¿Qué necesidades cree que tiene su centro?

-Hay que buscar una solución al problema de espacio que tenemos. La situación del centro, al lado de la autovía, hace difícil su ampliación, lo cual, unido al incremento constante de las titulaciones, ha llevado a una masificación que complica el día a día de los estudiantes.

-¿Qué les diría a sus compañeros?

-Que expriman al máximo esta etapa, que se queden con la sensación de que no les ha quedado nada por hacer, que no vivan la universidad como una prolongación del instituto. También, que no se conformen, que exijan siempre lo mejor, pero eso sí, que luego sean capaces de trabajar e implicarse para lograr aquello que piden.