Ategua sigue sacando a la luz sus tesoros. En esta ocasión, los trabajos realizados en el Barranco del Búho, al norte del yacimiento arqueológico, han puesto de manifiesto su enorme extensión y han proporcionado nuevos conocimientos sobre su ocupación. «La necesidad de actuar en este espacio se debía a la alteración que estaban sufriendo las estructuras arqueológicas que había quedado visibles por la escorrentía de las aguas», explica el catedrático de Prehistoria de la UCO, José C. Martín de la Cruz.

Primero se hizo un trabajo de topografía y documentación, gráfica a cargo del Departamento de Ingeniería Gráfica y Geomática, liderado por el profesor Alfonso García-Ferrer, y el grupo de investigación HUM 262, que dirige Martín de la Cruz, y en el que participaron alumnos de las titulaciones de Historia e Historia del Arte a cargo del profesor Pedro Francisco Marfil. Posteriormente, se planificó la protección de las estructuras en trance de desaparecer. Estos trabajos los realizó la empresa Darancor CB de Espejo.

EXTENSIÓN/ Los resultados del seguimiento arqueológico de la obra demostraron la enorme extensión del yacimiento y la localización de áreas de habitación de grandes dimensiones, que «nos indican la extensión del área poblacional más allá de lo que podíamos imaginar», remarca Martín de la Cruz.

Las construcciones estaban completamente arrasadas, quedando solo a nivel de cimentación y suelo de uso. «Es de suponer que gran parte de lo que falta se ha reaprovechado en la cimentación y alzados de los cortijos y viviendas de los alrededores desde hace cientos de años», sugiere el catedrático de Prehistoria quien comenta que «poco podemos añadir sobre la funcionalidad de las estructuras y su cronología, en primer lugar, por el poco espacio excavado y la superficialidad y, en segundo lugar, porque la alteración de los sedimentos arqueológicos no nos ha permitido analizar los niveles de ocupación que nos indicarían una cronología mas precisa». Sin embargo, la localización de tres monedas de época republicana, permiten sugerir que las estructuras excavadas y protegidas deberían corresponder a una zona de poblamiento probablemente anterior a la conquista de Cesar en el año 45 a.n.e.

El proyecto de investigación, financiado por la Diputación y la Universidad de Córdoba y desarrollado por la Asociación Cultural Amigos de Ategua, ha supuesto una inversión de unos 22.000 euros.H