Finalizó el curso pasado estrenando el puesto de decano de la Facultad de Filosofía y Letras. Ahora, próximo a la finalización del primer cuatrimestre del curso, Ricardo Córdoba de la Llave hace balance de estos primeros meses al frente del centro.

-¿Qué balance haría de este primer cuatrimestre?

-Por lo que respecta al número de estudiantes, el balance continúa siendo muy positivo. Nuestra facultad ha ido creciendo de manera constante durante los últimos años y este curso, con la incorporación del nuevo grado de Cine y Cultura, el número de alumnos de nuevo ingreso se ha elevado hasta los 515, además de los casi 300 erasmus que se incorporan cada año. Pero este incremento de estudiantes y de títulos está suponiendo también nuevos retos.

-¿A qué retos hace referencia?

-Son varias las dificultades que, sin ser nuevas, se están haciendo ahora más visibles. La facultad tiene una limitación clara de espacio, tanto a nivel de aulas como de despachos para el profesorado. Este año, los primeros días del curso hemos tenido problemas en cuanto a la capacidad de las aulas para ir encontrando acomodo a los estudiantes de algunas asignaturas. Pero el incremento de títulos y el hecho de que numerosas asignaturas cuenten cada vez con más alumnos debido al progreso de los dobles grados, afecta también a la necesidad de espacios para albergar despachos de profesores, porque ellos también aumentan en número. Por este motivo, el curso próximo se van a reestructurar los horarios de cara a superar los problemas que están apareciendo en la ocupación de las aulas, y se están tomando medidas para mejorar la disponibilidad de espacios para despachos. Todos estos retos debemos enfocarlos como resultado de un factor positivo, ya que vienen dados por el aumento de estudiantes y de personal docente, algo muy favorable para la facultad.

-En cuanto al espacio, recientemente, el vicerrector de Infraestructura comentaba que sacarían a licitación la ampliación de los centros de Derecho y Ciencias del Trabajo. ¿No cree que la facultad de Filosofía y Letras debería estar dentro de ese proyecto?

-Entiendo que todo se tiene que hacer por fases y que otros centros tienen, desde hace tiempo, idénticas necesidades. En Ciencias del Trabajo se ha tenido que habilitar un nuevo aulario en una zona ajena al edificio del propio centro, para el grado de Turismo. Por tanto, esas ampliaciones son necesarias, como lo será en un futuro cercano la de la facultad de Filosofía y Letras. Es cierto que nuestro centro está situado en un enclave urbanístico donde es complicado crecer, pero también lo es que ese crecimiento se tendría que producir hacia una zona cercana, ya que asignaturas de todos los grados están compartidas por varios títulos y no cabe la solución de trasladar un grado completo fuera de la facultad como se ha hecho en el caso de Turismo. La línea de trabajo debe ser, por tanto, la de buscar un lugar próximo donde, en el plazo de dos o tres años, poder disponer de un nuevo edificio que solvente nuestras necesidades tanto desde el punto de vista de las aulas como de los espacios de trabajo.

-¿Tiene alguna carencia más la facultad, además del espacio?

-Los centros de la Universidad de Córdoba contamos con un presupuesto anual muy ajustado, como cualquier institución dependiente de la administración pública, y solemos tener muchas dificultades para dar respuesta a las necesidades económicas que continuamente van apareciendo, pero entra dentro de lo normal. Además, pese a estas limitaciones, durante este curso se están introduciendo mejoras en muchos aspectos, como la climatización de las aulas más calurosas y de mayor capacidad, o el cambio de mobiliario en algunas de las que todavía conservan sillas de pala.

-En relación al grado de Cine y Cultura, uno de los principales atractivos de este curso en la Universidad de Córdoba, ¿cómo está siendo su inicio?

-Se está desarrollando de la forma más positiva que cabía esperar. Hemos alcanzado 53 matriculados, el máximo que podíamos admitir. Es muy de agradecer la fluida colaboración que mantenemos con la Filmoteca de Andalucía, donde se da parte de la docencia, y aunque ha tenido las mismas dificultades que el resto de grados al comienzo del curso, aspiramos a que el curso se desarrolle con normalidad, el grado se consolide y sus estudiantes se sientan satisfechos con la formación recibida.

-¿Cómo afronta el resto del curso? Ya que esto es el principio...

-Desde el equipo decanal se está trabajando para evitar que los desajustes sufridos a inicios del curso se repitan al principio del segundo cuatrimestre. Y hay en marcha procesos de mejora en el mobiliario de las aulas, la climatización, el uso de espacios y la modificación de horarios para el próximo curso. La facultad es, en primer término, un centro docente, de forma que lo que más nos debe preocupar es la formación de nuestros alumnos y el desarrollo de sus estudios. Pero también que discurran con normalidad las múltiples actividades que la facultad acoge, tanto de tipo social como organizadas por la propia universidad, pues no cabe olvidar que los centros universitarios debemos estar siempre al servicio de la sociedad que nos sustenta.