La Cátedra Intercultural busca derribar los estereotipos vigentes que hacen que esta sociedad no sea igualitaria. Hablamos con su directora, Mercedes Osuna, sobre el intenso trabajo realizado en este curso que ya acaba.

-¿Qué balance hace de este curso que estamos acabando?

-El balance es positivo. Aun así, es cierto que para que sea así hay que trabajar mucho y no siempre se visibiliza ese gran trabajo. Siempre tenemos cosas pendientes. Yo la verdad es que no soy consciente de que esté en el último tramo del curso porque todavía me quedan muchísimas cosas por terminar. Este curso la película Inca Garcilaso, el mestizo se ha llevado gran parte de nuestras ocupaciones, pero también hemos desarrollado otras actividades que por pequeñas que parezcan, que no lo son, requieren bastante tiempo y esfuerzo, sobre todo porque la cátedra no tiene infraestructura de recursos humanos, y esto evidentemente es un problema. Por lo tanto, por poco que se haga, siempre el balance es positivo porque algo se visibiliza y eso es uno de nuestros objetivos fundamentales.

-La interculturalidad da para mucho. ¿Qué enfoque busca la cátedra?

-Efectivamente, la interculturalidad da para mucho pero sobre todo para los discursos superficiales. Nuestra labor es trabajar en profundidad esos discursos políticamente correctos y todo lo que en teoría da la interculturalidad. La cátedra busca acercar a toda la ciudadanía a lo que realmente implica una vida donde la interculturalidad forme parte de ella como algo consustancial al ser humano, como algo que nos enriquece, como una suma y no como una resta. En definitiva, lo que buscamos es derribar estereotipos que siguen vigentes y hacen que esta sociedad no sea igualitaria. Evidentemente es un enfoque muy ambicioso pero entiendo que con actividades que abarcan distintos ámbitos de la interculturalidad y/o de la diversidad cultural poco a poco podremos ir logrando resultados.

-¿Cree que se le da la suficiente importancia a las cuestiones relacionadas con la interculturalidad?

-Importancia sobre papel y sobre discursos políticamente correctos sí, pero cuando vemos las noticias en los medios de comunicación nos damos cuenta de que en realidad todavía queda muchísimo por hacer. Mientras no se le dé importancia de verdad con medidas efectivas, aplicables, con cambios de mentalidad y con cambios de políticas y medidas sociales, lo que se ponen son parches, pero el cambio definitivo, esa revolución ideológica no se produce.

-¿Cuáles han sido los principales objetivos este curso?

-El objetivo siempre es visibilizar otras culturas, otras formas de pensar, también las diferencias y las desigualdades de género, todo aquel contenido de la diversidad cultural que en realidad lo que provoca es que se sigan manteniendo desigualdades de todo tipo. Por eso, las actividades de la Cátedra son muy diversas. En este curso, por ejemplo, hemos realizado la muestra de cine indígena para visibilizar la relevancia de las mujeres indígenas en sus comunidades y hemos convocado la 6º edición del Premio Intercultural tanto en investigación como en innovación.

-Si no me equivoco, uno de los proyectos más importantes es el documental del Inca Garcilaso...

-Efectivamente. No es solamente documental, es también ficción sobre el Inca Garcilaso, el mestizo. Desde que la Cátedra comenzó en el 2007, una de las figuras sobre las que se ha trabajado es la del Inca porque fue él quien se declaró por primera vez mestizo, con lo que aquello implicaba. Su madre era una princesa incaica, su padre era español, y bueno, de alguna manera esto era algo negativo porque no responde a los valores universales: varón-blanco-adulto-propietario. Sin embargo, él reivindica con mucha fuerza esa figura del mestizaje porque pare él eso implica riqueza. En esa reivindicación vimos que se nos ofrecía la oportunidad de producir este documental y ficción dirigido por Miguel Ángel y Fátima Entrenas. Esto nos pareció muy interesante porque era una actividad que se salía de las típicas de una universidad, y de hecho, creo que solamente lo ha hecho otra universidad española hasta el momento. Como directora de la cátedra te puedo decir que ha sido una experiencia única, muy laboriosa pero de la que nos sentimos muy orgullosos. Además, esta está siendo muy demandada lógicamente en Perú porque es otra visión la que se da en esta obra de lo que implica el mestizaje y es un concepto bastante rompedor que parece que ya está asimilado pero en realidad no lo tenemos para nada.

-La colaboración con otras instituciones es muy importante. ¿Está satisfecha con las relaciones con otras entidades?

- Pues sí, colaboran bastantes instituciones, entre ellas, la propia Universidad de Córdoba, la Diputación y el Ayuntamiento de Córdoba. De hecho, esta cátedra existe por un convenio con la Delegación de Cultura municipal. Yo realmente agradezco la colaboración y claro que estoy satisfecha, pero siempre voy a requerir más porque aquí todos los recursos son pocos y estamos hablando de cuestiones que no son tangibles como un experimento más científico, aquí hablamos de cambiar, reconstruir, de reforzar, de motivar a las personas a cambiar… y eso es muy complicado. Por lo tanto, yo hago un llamamiento a las instituciones a que colaboren con nuestros proyectos y actividades para poder continuar con nuestra labor. Sin colaboración es del todo punto imposible.

-¿Cuáles son los próximos retos de la cátedra?

-Son bastantes porque siempre andamos haciendo actividades para conseguir que esa convivencia con la diversidad cultural sea amable y no de conflictos y desigualdades. Es importantísimo que se visibilicen las desigualdades entre personas y seamos capaces de demostrar que la diversidad es riqueza y que no hay un ser humano inferior a otro.