La joven investigadora María Pérez Ortiz ha sido una de las 6 personas galardonadas con los Premios de Investigación Sociedad Científica Informática de la Fundación BBVA, que reconocen el trabajo más innovador y revolucionario de los investigadores menores de 30 años.

-¿En qué consiste su investigación?

-Se centra en la inteligencia artificial, más concretamente en el aprendizaje automático o ciencia de los datos, que da a los computadores la capacidad de aprender de los datos, de extraer información relevante y crear modelos de predicción. Vivimos en un mundo de datos, almacenamos una cantidad ingente y necesitamos técnicas para analizarlos y poder sacar provecho de ellos. Además de modelos de tipo teórico, he aplicado este tipo de técnicas a diversos campos como la biomedicina o el medioambiente.

-Ha sido premiada por su trabajo «innovador y rompedor», ¿qué le supone dicho reconocimiento?

-Es una inyección de energía maravillosa para continuar. La investigación no es un camino fácil. Es por supuesto un camino divertido y estimulante, pero a veces se hace difícil. Creo que para las personas jóvenes que están iniciando su carrera este tipo de reconocimiento es de vital importancia.

-¿Qué es la innovación?

-Renovarse, romper y desafiar lo que creíamos fijo, es un cóctel explosivo de creatividad e imaginación que impulsa el mundo hacia adelante.

-¿Sus investigaciones se basan en la idea de un «futuro mejor»?

-Me gusta creer que sí. Idealmente, toda la investigación debería ir en esa línea.

-Pese a su juventud, tiene 60 publicaciones. ¿Cómo ha sido su trayectoria hasta llegar aquí?

-Empecé con la investigación con 20 años, en el grupo de investigación Aprendizaje y Redes Neuronales Artificiales de la UCO, del catedrático César Hervás Martínez. Hice la tesis allí, pero eran épocas de cambio y crisis y no pude contar con una beca para mi tesis, así que tuve que trabajar en distintos proyectos. He trabajado también en el grupo imaping del Instituto de Agricultura Sostenible y en la Universidad Loyola Andalucía como docente. En la actualidad estoy con un contrato posdoctoral en la Universidad de Cambridge. En todos estos sitios he tenido la suerte de cruzarme con grandes personas en mi carrera profesional, que me han acogido, enseñado y guiado en este universo de la investigación.

-¿Cree que ha llegado a la cima de su trayectoria como investigadora?

-Espero que no. Me gusta siempre pensar que lo mejor está todavía por llegar, y no sólo en el ámbito profesional. La motivación es clave para poder llegar a donde quieres porque las cosas no te llegan solas, al menos en investigación.

-¿Qué le diría a todos aquellos jóvenes investigadores que se encuentran en sus inicios?

-Que busquen el área que les apasione y así no solo tendrán un trabajo, sino un sueño y un hobby. También, que no dejen de desafiar sus propios miedos, a veces nuestras inseguridades nos marcan lo que creemos que podemos y no podemos hacer, y esas inseguridades se equivocan muy a menudo.