Después de algo más de 14 años al frente de la Escuela Politécnica Superior de Belmez, José María Fernández cederá el testigo el próximo mes de abril con un balance «plenamente satisfactorio» de sus dos etapas (de julio de 1999 a junio de 2005 y de julio de 2009 a marzo de 2018) como director. A su, con casi total seguridad, sucesora (solo hay una candidatura) le ofrece su apoyo y se pone a su disposición.

-Más de 14 años al frente de la Escuela. Dejar la Dirección debe ser casi como irse de casa.

-Realmente no dejo la casa, continúo siendo profesor de la Escuela Politécnica Superior de Belmez (EPSB), también de la Facultad de Ciencias. El hueco que dejan las actividades de gestión está siendo ocupado por tareas de investigación; en el presente año tres de mis doctorandos defenderán su tesis doctoral, una más el próximo año y otros dos la comenzarán en este año. El poder abrir la mente a tus estudiantes y hacerles comprender que poco a poco podemos explicar los fenómenos y propiedades de los materiales, que nada es fruto de la casualidad, es fascinante.

-¿Qué balance hace de estos años? ¿Qué impresión se lleva?

-El balance es plenamente satisfactorio, ha sido un honor poder prestar este servicio a mi Universidad, que ha sido posible gracias a los distintos profesores que me han acompañado en los diferentes equipos directivos. No quiero dejar de mencionar al personal de Administración y Servicios (PAS) y al Consejo de Estudiantes por su alta implicación en la EPS de Belmez. La impresión no puede ser mejor, llegué a una escuela de Ingeniería Técnica de Minas y hoy es una Escuela Politécnica Superior con dos grados, uno en Civil (Construcción e Hidrología) y otro en Recursos Energéticos y Mineros (Explotación de Minas y Recursos Energéticos, Combustibles y Explosivos) y el Máster de Minas que ha comenzado en el presente curso. Asimismo, tenemos alumnos formados en nuestro centro que son becarios de Formación de Profesorado Universitario (FPU). Ya se han leído cuatro tesis doctorales en la EPS de Belmez y este año se leerán dos más. También quisiera citar dos dobles grados, el primero, Civil y Recursos Energéticos, y el segundo, Recursos Energéticos e Ingeniería Eléctrica, que comenzará el próximo curso.

-Ser el director de una escuela que no está ubicada en los cCampus de Córdoba, ¿ha sido un reto o se ha sentido plenamente integrado en la Universidad?

-Cuando llegue a la escuela de Belmez ya era doctor, había dejado una beca postdoctoral en el CNRS (Centro Nacional de Investigación Científica), en Nantes (Francia). Para mí era una parte más de la Universidad, un poco aislada, eso sí, sin medios para investigar, a la cual para llegar desde Córdoba se tardaba hora y media por una carretera terrible y peligrosa. Por esta razón trasladé mi residencia de Córdoba a Peñarroya-Pueblonuevo. Ser director de una escuela en estas condiciones supone renuncias importantes, sobre todo de cara a la faceta investigadora, aunque por otro lado ha favorecido mi desarrollo como persona, motivado por las numerosas relaciones con personas e instituciones tanto de ámbito nacional como internacional.

-¿Cuáles han sido sus principales objetivos? ¿Cree que los ha alcanzado?

- Desde el primer momento el objetivo fue transformar aquella Escuela Técnica en lo que es hoy, una Escuela Politécnica Superior, con becarios de FPU haciendo la tesis doctoral. Otros objetivos conseguidos fueron la remodelación del edifico por parte de la Universidad y la construcción de un edificio nuevo con fondos Miner a través del Ayuntamiento de Belmez.

-La investigación y la transferencia de los resultados es un índice de calidad indiscutible hoy en día para cualquier centro universitario, máxime para una escuela politécnica. ¿A qué nivel se encuentra la escuela de Belmez?

-Realmente estoy satisfecho, los profesores que imparten docencia en nuestra Escuela pertenecen a siete grupos PAI de investigación: TEP-227, AGR-228, FQM-175, FQM-236, FQM-288, FQM-391 y RNM-244. Estudian materiales para construcción -especialmente morteros para la restauración de monumentos- o para almacenamiento de energía hidráulica y aspectos medioambientales entre otros.

-Cuando uno deja un puesto en el que ha estado tanto tiempo siempre hay algo que se queda en el tintero. ¿O no?

-Sí, claro, sería muy importante conseguir financiación para equipamiento científico básico similar a la aportada a los centros que se trasladaron al campus de Rabanales. Otro proyecto es la titulación de Edificación, que permitiría abarcar todo el ámbito de la construcción, de manera similar a como está en Europa. Esto permitiría que los egresados en cinco años consiguieran simultáneamente las atribuciones profesionales de civil y de edificación.

- Qué espera haber trasmitido a los alumnos que han pasado por la escuela durante sus dos mandatos?

-La cultura del esfuerzo, del trabajo bien hecho; el interés por la formación, por el saber, por el porqué de las cosas, por entender cómo funcionan los materiales… cómo funciona el ser humano. Detrás de cada teoría científica o filosófica siempre hay una forma de aproximarse al ser humano. La forma en que nos acercamos a él determina el científico o ingeniero que formamos. ¿Acaso la esencia de la especie humana caracterizada por su alteridad no le trasciende por encima de la materia?... ¡lo hace más humano!

-Solo hay una candidata a sucederle, Francisca Daza. ¿Qué recomendación le da?

-Es una profesora con una gran capacidad de trabajo. Más que recomendarle algo, le ofrezco mi apoyo y me pongo a su disposición.H